Paradojas de la vida, a los 17 años comenzó a trabajar en una vidriería. Años más tarde se tranformó en uno de los publicistas más importantes del país y presidente de Young y Rubicam, la exitosa agencia que eligen miles de grandes empresas para ponerse en la vidriera.

“Hay que mantener siempre alto el valor de las ideas. No hay agencias de publicidad sin ideas”. Quien habla es Dario Straschnoy, en la que según sus propias palabras es su segunda aparición como orador en una charla pública en su vida, debido a que evita la fobia que le genera dar conferencias.

El evento elegido para esta aparición fue el ‘Marketing & Communication Summit 2da Edición’ organizado por El Cronista y la Revista Apertura donde aseguró que “el ego de los publicistas es sin dudas enorme, el más grande”.

“Antes teníamos tandas de avisos. Si teníamos suerte captábamos la atención y en vez de ir al baño o irse a la cocina la gente se quedeba mirando ese aviso, que es el primer paso que tiene que cumplir la publicidad. Hoy el ir al baño es más fácil porque estamos a un click de irnos y de quedarnos. La diferencia hoy es la creatividad”, analizó.

Para Straschnoy son “las ideas simples las que marcan la diferencia” y consideró que en toda agencia que busque ser exitosa debe tenerse en claro que “divertirse es la clave” además de “no quedarse con ningún manual”.

“La única regla que vale es conseguir ese resultado”, enfatizó.