

Las internas en la UCR, las dudas en torno a si Cristina Kirchnercontará con el aval incondicional del bloque justicialista y la casi certeza de que Agustín Rossi no seguirá al frente del futuro bloque oficialista envuelven al Congreso en un signo de pregunta en torno a las figuras que cobrarán peso y protagonismo tras el recambio de poder.
El próximo Congreso se caracterizará por estar dividido en dos grandes espacios: el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. Pero, puertas adentro, aún resta ultimar varios detalles, que ponen en duda que el mapa actual se traslade a ambos recintos.
Por caso, la semana pasada, los pasillos del Palacio estuvieron convulsionados tras una fuerte discusión entre los radicales Alfredo Cornejo y Gerardo Morales. El motivo fue la puesta en duda respecto de la continuidad o no del mendocino en el espacio si no le dan la presidencia del bloque en la Cámara Baja. El gobernador saliente aspira a desterrar al cordobés Mario Negri, quien no da el brazo a torcer, y ya cuenta con una treintena de firmas que avalan su permanencia en el cargo.

Negri y Cornejo se disputan la presidencia del bloque.
Las caras de preocupación en el radicalismo y las ofertas para retener al mendocino empezaron a crecer a la par de las dudas en torno a la permanencia de Cornejo en el espacio, en caso de que no le concedan su pedido.
Otro radical que sonaba como aspirante a ocupar un rol relevante ni bien desembarcara es Martín Lousteau, pero, en su caso, en el Senado. Así como Cornejo, Lousteau es de los que sostiene que llegó la hora de renovar el bloque y, a la vez, que el partido aplique premios y castigos a los dirigentes, de acuerdo a su performance. En este sentido, los colaboradores más cercanos del economista ponen el ejemplo de Mario Negri y su derrota (y la de su partido) en Córdoba capital. Y la pregunta que se hacen es por qué seguir premiándolo con la presidencia del bloque tras ese tropiezo.
Con esta postura, Lousteau sonaba como uno senadores que le disputaría la presidencia del bloque a Luis Naidenoff, aunque, en las últimas horas, quienes frecuentan al hoy diputado admiten que "no lo ven con muchas ganas" de dar esa pelea.
En la Cámara Alta, también hubo revuelo en torno al bloque justicialista que, tras la salida de Miguel Ángel Pichetto para acompañar a Mauricio Macri en las elecciones presidenciales, quedó en manos del cordobés Carlos Caserio. Ese último, había dicho públicamente que su bloque seguiría en pie. Esto es, que no confluirá en el Frente para la Victoria que hoy lidera Marcelo Fuentes.
Pero, tras las aclaraciones de Caserio, comenzó a sonar el rumor de que la futura presidenta del Senado, Cristina Kirchner, habría pedido que ambos bloques se unifiquen, y que sea el formoseño José Mayans quien lo presida. Mientras que Caserio, de acuerdo a los trascendidos de las últimas horas, habría sido tentado con algún cargo en el Ejecutivo de Alberto Fernández.
El nombre de Mayans sonaría por la "muy buena" relación que mantiene no solo con CFK sino también con los gobernadores. Para los colaboradores del formoseño, es el "nexo ideal".
La camporista Anabel Fernández Sagasti, en tanto, suena como la vicepresidenta del bloque. Mientras que, desde el bloque justicialista descartan que Oscar Parrilli ocupe algún cargo. ¿Los motivos? "Usos y costumbres" de la casa: los flamantes senadores no reciben cargo alguno.

Máximo Kirchner reemplazaría a Rossi.
El apellido Kirchner también cobrará protagonismo en la Cámara Baja. Es que, en las últimas horas, si bien aún no fue confirmado, Agustín Rossi abandonaría el recinto para ocupar, una vez más, el Ministerio de Defensa. En su lugar, el nombre de Máximo Kirchner suena como su reemplazo, pero no solo para presidir el bloque FpV, sino también el interbloque Frente de Todos.
Para los propios y ajenos, este sería un enorme desafío para el diputado que, hasta ahora, mantiene su bajo perfil. De todas formas, para quienes lo frecuentan, puede ser una buena manera de apalancarse si, a futuro, aspira a candidatearse como sucesor de Alberto Fernández.














