

La presidenta Cristina Fernández contó hoy, en el marco de la conmemoración de los 100 años de la Ley Sáenz Peña, que al recibir la noticia de la victoria del candidato presidencial del radicalismo en 1983, Raúl Alfonsín, se le “caían las lágrimas”.
“Para un peronista era impensable perder una elección, porque hasta el voto en blanco que había ordenado Perón desde Madrid se había cumplido”, comentó la jefa de Estado.
Luego contó que ella se desempeño como fiscal general en Río Gallegos y que daba por hecho que ganaría el candidato por el PJ, talo Luder.
“Nos fuimos a casa con Néstor a las 3, 4 de la mañana. Él se durmió enseguida, yo no. No podía dejar de mirar la televisión”, confesó la presidenta y siguió: “Me parece que Alfonsín tampoco lo podía creer”.
Cristina Fernández dio un discurso en el Museo del Bicentenario para conmemorar los 100 años de la sanción de la Ley Sáenz Peña, que estableció el voto secreto y obligatorio para los ciudadanos argentinos.
La primera mandataria afirmó que “tenemos una democracia sólida y sustentable” y recordó durante su discurso diferentes hitos en la consolidación democrática del país, e hizo especial hincapié en el 2001, cuando se resolvió la crisis “dentro de los límites de la democracia”.













