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En un contexto en el que acceder a la vivienda propia parece cada vez más difícil, el mercado inmobiliario encontró una alternativa para quienes quedaron fuera del sistema bancario.

Mientras los créditos hipotecarios tradicionales se encarecen, algunas desarrolladoras comenzaron a ofrecer financiamiento propio, con planes de hasta 30 años y cuotas desde los $ 300.000 mensuales.

Qué pasa con los créditos hipotecarios de los bancos

Durante los últimos meses, los cambios en la política monetaria y la incertidumbre electoral impactaron en los créditos. Las tasas más bajas de los bancos privados, que en agosto rondaban el 4%, ya treparon hasta el 9,9%, e incluso algunas entidades van desde el 15%.

Además, el puntaje crediticio mínimo exigido subió de 610 a más de 900 puntos, y se ajustaron los parámetros de ingreso, los anticipos y los plazos laborales requeridos.

Estas nuevas condiciones frenaron las operaciones y dejaron a muchas familias con capacidad real de pago sin opciones para acceder a su casa propia.

La nueva forma de acceder a un crédito hipotecario

Ante ese panorama, las empresas constructoras decidieron intervenir y las desarrolladoras comenzaron a ofrecer créditos directos como una salida para reactivar la demanda y sostener las ventas en tiempos de tasas altas.

Una de las pioneras fue Spazios, que lanzó un esquema de financiación en pesos a 30 años, con anticipos del 20% y cuotas ajustadas por CAC. El sistema incluye tres etapas de pago: una cuota inicial durante el primer año, otra equivalente a un alquiler hasta la entrega y, finalmente, la cuota regular una vez escriturado el inmueble.

La propuesta también permite refuerzos semestrales con el aguinaldo y aplica una cuota de obra creciente, que comienza en $ 300.000 mensuales y aumenta gradualmente con un índice de hasta 3% mensual, en línea con el avance de la construcción.

Otra compañía que apuesta por esta modalidad es Alton, que ofrece planes a 10 años con una tasa anual del 10%, pagaderos en pesos o dólares. Según su CEO, Martín Piantoni, la idea es actuar como un "puente" entre el comprador y el banco:

"Mientras el sistema bancario no implemente los créditos para desarrolladores, nosotros acompañamos al cliente hasta la escritura. Después, podrá trasladar su préstamo al banco si lo desea", explicaron.

La empresa financia tanto unidades terminadas como departamentos desde el pozo. Un ejemplo: un monoambiente de 40 m² en Almagro (Pringles 707) puede comprarse con U$S 54.175 de anticipo y 120 cuotas de U$S 716.