La escalada de precios de la mayoría de los bienes, que se inició apenas pasada la primera vuelta electoral y se profundizó con fuerza tras el ballottage presidencial, promedia el 25% y la carne vacuna es uno de los productos de la canasta básica que se disparó por encima de ese porcentaje.


Así lo remarcó ayer el presidente de la Unión de Consumidores de Argentina (UCA), Fernando Blanco Muiño, quien sostuvo que las alzas sin control responden a "un período ventana, de transición, en el que el aumento se da por si acaso".


"Siempre las transiciones (de gobierno) son movidas en cualquier lugar del mundo, sostuvo el dirigente, que no obstante se quejó de que la Secretaría de Comercio Interior flexibilizó los controles sobre distintos sectores de la economía, lo que derivó en los fuertes incrementos en casi todos los rubros de la economía, por encima de los habituales para la época de fin de año.


"Estamos en el peor de los mundos. Hay un gobierno que se va, que no controla y un gobierno que no puede hacerlo, porque no asumió", puntualizó el titular de UCA en declaraciones radiales. Respecto del programa Precios Cuidados, que el macrismo garantizó continuará al menos hasta mayo próximo, Blanco Muiño denunció que "no hay productos en góndola" y que se volvió a "tener una pésima señalización" de esos productos en los supermercados.


Además, planteó que desde el 25 de octubre último, el promedio de incrementos en la canasta básica de alimentos llegó a 25%, donde la carne vacuna trepó por encima de ese promedio. Al interpretar los motivos de los aumentos, Blanco Muiño explicitó que "hay múltiples factores: se han flexibilizado los controles de la Secretaría de Comercio después de los resultados electorales. Por otro lado, Argentina tiene una inercia inflacionaria muy fuerte que viene de hace muchos años".


"En la incertidumbre de la transición y con (las anunciadas) nuevas medidas económicas, se empieza a aumentar por si acaso, a cuenta de algo que parecería que el próximo gobierno va a hacer, entre ello, modificación del tipo de cambio, salir del régimen de retenciones; todo eso hecho que se disparen los precios", apuntó y también aludió a la "viveza criolla de las grandes cadenas de supermercados, que facturan miles de millones de pesos al año".


Para Blanco Muiño, será indispensable que el nuevo gobierno convoque "a todos los sectores económicos, sociales y políticos a una gran mesa de trabajo para definir un gran plan antiinflacionario". Se deberá "discutir este proceso de aumento y analizar rubro por rubro. A lo mejor, en algunos productos hay justificativos para aumentar pero este porcentaje para todos los productos ni tiene ningún justificativo", señaló.


Respecto de la carne vacuna, Blanco Muiño expuso que el mercado "tiene un stock ganadero que no ha crecido en proporción al crecimiento demográfico de la Argentina. Sobre el alza en los precios del ganado y de la carne al mostrador, el presidente de la Cámara de la Industria de Carnes (Ciccra), Miguel Schiariti, admitió que hubo una suba promedio de "20% a 30%" en los productos, y al explicar las causas de los aumentos, mencionó las "inundaciones en la provincia de Buenos Aires" de 2014, que quitaron 350.000 terneros.


Schariti estimó, en declaraciones a radio Del Plata, que para Navidad el kilo de asado estará "entre $ 100 y $ 130" y si bien sostuvo que en enero, tanto el ganado como la carne suele bajar, "nunca los precios vuelven a noviembre".