

"Quizás no es tiempo de candidaturas, pero sí de sentar las bases", dijo el gobernador santafesino Miguel Lifschitz durante el Encuentro Progresista, que se hizo ayer en Palacio Alsina, en el marco del 35° aniversario de la vuelta a la democracia, y del que también participaron Ricardo Alfonsín y Margarita Stolbizer.
Antes de que cada uno dé su discurso, expusieron Beatriz Sarlo y Alejandro Katz, dos intelectuales que se definen "progresistas", y hablaron sobre los temas que deberían integrar la agenda progresista del país.
El nombre del futuro presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sonó varias veces a lo largo del encuentro. "No es un hecho aislado, es un riesgo", se encargó de advertir la líder del GEN.
Lo mismo hizo Katz cuando admitió que no es fácil armar una agenda progresista. "Veo que es más fácil armar una agenda fascista", reconoció. E hizo alusión a Bolsonaro, pero también su par estadounidense, Donald Trump. Dicho esto, alentó a que sea el progresismo el que tome las banderas.
Críticas a Cambiemos
Stolbizer, sin dar nombres, le tiró un "palito" a la diputada Elisa Carrió cuando aseguró que desde su espacio rechazan que la pobreza se resuelve con propinas de los ricos a los pobres. Hace unos meses, Carrió había pedido a la clase media que dé propinas y changas.
También apuntó contra el secretario de Ambiente, Sergio Bergman, cuando recordó que la última vez que se lo vio en escena fue en un aeropuerto de Chile, comprando televisores que eran "más grande que él".
También pidió llamar a las "cosas por su nombre", al aludir al actual secretario de Trabajo, Jorge Triaca. Consideró que no fue un "error" haber insultado a su empleada doméstica, ni haberla tenido en negro, como dijo en aquel momento el jefe de Gabinete Marcos Peña.
Por su parte, el gobernador de Santa Fe definió a Cambiemos como una exitosa coalición anti K, pero "sin proyecto". Para luego decir que es necesario construir una nueva mayoría que supere la grieta.
Una agenda progresista
"Muchísimas gracias a todes". Así inició su discurso Alfonsín, en el que se encargó de aclarar que deudas como la justicia social o la igualdad "no son de la democracia", sino de las políticas, de los gobiernos y de aquellos sectores cuyas decisiones influyen en el resto de la sociedad. Según su opinión, "son deudas del subdesarrollo".
"Tenemos que tomar la agenda de los nuevos derechos", dijo el gobernador, "si no los instalamos nosotros, ¿qué otro sector podría hacerlo?", se preguntó, para luego asegurar que el futuro "solo es posible si es ecológico, inclusivo y feminista".
Para Sarlo, la agenda progresista debería incluir tres reformas una impositiva; una del Estado, que incluya una carrera en la administración pública y una de los sindicatos.
Y le agregó un cuarto punto: consciencia de la cuestión ambiental. Katz se encargó de agregarle adjetivos a esa agenda: ambiciosa, arriesgada, valiente y original, fue algunos de los que enumeró.














