

"Toda crisis es una oportunidad", un aforismo que podría estar impreso en un cuadro colgado en la Quinta de Olivos. La abrupta salida de Agustín Rossi en Defensa, paralela al anticipado (pero cerrado de antemano) recambio en Desarrollo Social deJuan Zabaleta por Daniel Arroyo, doceavo precandidato, pueden resultar en un autoespaldarazo para el albertismo puertas adentro de la coalición.
La cita para la jura del intendente de Hurlingham, ya agendada en la Casa Rosada, es el martes las 16 en el Museo del Bicentenario. La duda sigue siendo quién asumirá en lugar de un Agustín Rossi fagocitado por la interna santafesina. En el albertismo prometen que será elegido por su líder, lo cual terminaría de confirmar un cambio de paradigma en el reparto del poder en la administración todista.
Si bien Cristina Fernández de Kirchner se garantizó el mayor cultivo de las boletas, como corresponde por ser la principal social accionaria del Frente de Todos,Alberto Fernández ganó sus batallas: retuvo a Santiago Cafiero y ubicó a los rostros visibles de las boletas, Victoria Tolosa Paz y provincia y Leandro Santoro en Ciudad. Un primer paso de una nueva investidura presidencial de cara al segundo tramo de su mandato.
Aunque desactivó el ascenso del "albertismo" frente a sus amigos que lo pedían, mirando más el sistema dirigencial uruguayo del Frente Amplio que el verticalismo peronista, todo para evitar confrontar de lleno con el kirchnerismo, el Presidente volvería a tomar el control de su propio gabinete, después de la polémica queja de su Vice sobre de los "funcionarios que no funcionan".
Hasta ahora, con una única excepción, el recambio en Transporte por la temprana muerte de Mario Meoni, los sucesores de fusibles salientes han sido avalados por Cristina Kirchner. La regla se retrotrae a Fernanda Raverta en la ANSeS, luego de que las filas de jubilados en plena pandemia eyectaran a un Alejandro Vanoli que entonces fue negado en el instituto Patria tres veces, como Judas a Cristo.
El caso más paradigmático, claro, fue el de la "agobiada" Marcela Losardo, amiga y socia jurídica presidencial. Si bien tuvo una salida elegante (París), su caída hizo pensar lo peor dentro del gabinete en cuestión de respaldos.

Con el (previsible) desembarco de Zabaleta en Desarrollo, ya van dos de los tres alcaldes "albertistas" en la gestión nacional (Gabriel Katopodis adentro, Mariano Cascallares aún afuera). Si se cumple la promesa de colocar un delegado presidencial en Defensa a cambio de un Rossi de innegable pasado K, confirmará el regreso de la regla original de 2019 (las listas para Cristina, el gabinete para Alberto) pero que como toda regla política, nació para torcerse.












