

Diego Lagomarsino -el hombre que vio por última vez con vida al fiscal Alberto Nisman- le avisó a la fiscal Viviana Fein que está en el país y en la casa de un amigo, apenas se enteró del comunicado de la Procuración General. En dicho texto, la jueza Fabiana Palmaghini disponía la restricción de salida del país del ex colaborador del funcionario que investigaba sobre el caso AMIA, “luego de reiterados intentos de ubicarlo”.
Fuentes del caso dijeron a DyN que Lagomarsino llamó a la fiscal minutos después de las 16.30 para ponerse a disposición, luego de escuchar que le prohibían la salida del país porque no lo localizaban.
A través de un comunicado, la Fiscalía informó que no había dispuesto custodia especial para Lagomarsino, la última persona que vio con vida al fiscal y quien le prestó el arma calibre 22 hallada en su departamento.
Además, se informó que la fiscal Viviana Fein “está a la espera de la finalización de un peritaje balístico donde se dispuso la toma pruebas a los efectos del cotejo de ADN como así también si el proyectil extraído del cuerpo (de Nisman) se corresponde con el arma calibre 22 hallado en el lugar”.
Pese a que todas las miradas están puestas en el colaborador como pieza crucial del rompecabezas, la fiscal detalló que no se ha dispuesto una custodia especial para Lagomarsino.
El episodio se suma la lista de cabos sueltos que arrastra la investigación, desde las contradicciones sobre las cerraduras de las puertas del domicilio de Nisman, donde fue encontrado muerto, hasta la presencia en la escena del secretario de Seguridad antes que los peritos judiciales o la ineficacia de la custodia policial de Nisman, que, por ejemplo, no revisó las pertenencias de Lagomarsino cuando le visitó y le llevó la pistola.
De acuerdo a la versión del colaborador, Nisman le confió que el influyente exdirector de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia Antonio ‘Jaime‘ Stiuso le había prevenido contra su custodia.
Además, se dispusieron nuevas medidas para recolectar pruebas, aunque “se mantendrán en reserva los detalles” a fin de garantizar el “éxito del procedimiento”, según la fiscal del caso.
Mientras, la exmujer de Nisman, la juez Susana Arroyo Salgado, prestó hoy de nuevo declaración y pidió ser aceptada como querellante particular en nombre de sus hijas.
Su testimonio es clave para aclarar los motivos por los que el fiscal interrumpió precipitadamente sus vacaciones en Europa el pasado día 12 y regresó a Buenos Aires, donde dos días después presentó una denuncia contra Cristina Fernández, el canciller, Héctor Timerman, y otros dirigentes oficialistas.
En su demanda, Nisman acusa a la presidenta de orquestar un plan de encubrimiento a los supuestos terroristas iraníes responsables del atentado contra la mutual judía AMIA, que dejó 85 muertos en 1994, a cambio de presuntamente intensificar las relaciones comerciales con Irán.













