

La precandidata presidencial de Cambiemos, Elisa Carrió, hizo su cierre de campaña desde un hotel de Palermo. Y allí lanzo: “A mi no me cuentan la historia, lo que querían era ser ricos, no revolucionarios”, en referencia al gobierno.
En este sentido, la postulante también habló de la “grieta” y de la necesidad de unidad y diálogo. “Tenemos que reconciliarnos y la reconciliación no depende de la impunidad, depende de la justicia y los derechos humanos para todos”. De forma polémica, la precandidata lanzó que no puede ser que “haya derechos humanos para una mujer violenta como Hebe de Bonafide y no para un anciano que se está muriendo enfermo en una cárcel”, en alusión a los militares detenidos por actuar en la última dictadura militar.
Y agregó: “Varios tuvieron responsabilidad directa en los que pasó. La diferencia es que hay unos que cumplen su condena, y otros hacen escraches.” En esta línea habló de su línea política y adelantó que no es “de izquierda ni de derecha” y se autodefinió como “humanista”.
Y adviritó que no iba a aceptar que los progresistas la corrieran. “Muchos se equivocan en las ideologías, me corren por izquierda”.













