En términos climáticos, en los próximos días las condiciones comenzarán a reflejar un cambio luego de casi 4 años de sequía, lo que garantiza que se cumplan las mejores proyecciones de liquidación de divisas del sector agroexportador, que se colocan en u$s 10.000 millones, por encima a lo que arrojará la campaña que se está cerrando. Septiembre suele ser el primer mes del periodo cálido, por esto, se trata de un momento clave para planificar y evaluar el agua disponible ante las decisiones de siembra de cultivo de gruesa y para los trigos implantados, explicó el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). En ese sentido el informe anticipó lluvias y tormentas fuertes en amplias zonas productivas del centro y el litoral del país, desde este viernes. "Esta situación es muy beneficiosa porque permite una temprana recarga del agua el suelo para los lotes destinados a cultivos de gruesa y para las necesidades de trigos macollados", destacó Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del INTA. "Que se proyecte una campaña con mejor regularidad en las lluvias es muy bueno para la planificación agropecuaria y la rotación de cultivos", agregó Mercuri. Según Agritrend, en volumen, la próxima cosecha ascenderá a 131,6 millones de toneladas frente a los 81,5 millones de la campaña 2022/2023, lo que significa u$s 10.818 millones adicionales respecto de los ingresos calculados en u$s 22.746 millones por la sequía. Este panorama representa un ingreso de u$s 33.564 millones para la próxima campaña que ya está en marcha con la siembra del trigo y la implantación de maíz, soja y girasol desde la primavera. Con un pronóstico más moderado la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) proyecta una mejora de u$s 8.000 milloneslo que llevará el ingreso de divisas a los u$s 29.170 en 2024; mientras que la Bolsa de Cereales ofrecerá su pronóstico el próximo jueves en la presentación "Escenario y Perspectivas de la Campaña Agrícola 2023/24 en Argentina". Por otra parte, Natalia Gattinoni, meteoróloga del Instituto de Clima y Agua, explicó que la campaña 2023-24 inició con lotes en "condiciones límites" de agua disponible. "En este contexto la expectativa de lluvias a corto plazo se vuelve de importancia por parte de los productores del área agrícola centro, pero también norte del país", señaló. "Dejamos atrás al fenómeno climático La Niña, para comenzar a transitar El Niño, en un momento en el que éste fenómeno tiende a comenzar a influir en las lluvias que pueden renovar las reservas de agua, tanto en la capa superficial como en profundidad, y resulta un aporte para los cultivos ya implantados", agregó Gattinoni. Según la actualización de los modelos internacionales, a partir de este trimestre, las perspectivas de precipitaciones entre normales a superiores a las normales tienden a aumentar a partir de este trimestre, en particular, sobre las áreas agrícolas del centro y este del país.