

La ex jueza Alicia Oliveira, una dirigente destacada en el área de derechos humanos y amiga personal del Papa Francisco desde hace más de 40 años, falleció hoy.
En 1973, Oliveira se convirtió en la primera jueza del fuero penal, aunque no duró mucho en el cargo, ya que fue expulsada por la dictadura tras el golpe de Estado de marzo de 1976.
Aún antes, había conocido a través de un amigo en común a Jorge Bergoglio, con quien mantuvo una amistad que cultivó toda su vida, también durante la dictadura –Olivera fue una de las grandes defensoras de las acciones que tuvo Bergoglio en esos años-.
De hecho, la presidenta Cristina Kirchner la invitó a integrar la comitiva que la acompañó a Roma en el primer encuentro que mantuvo con Bergoglio ya convertido en el Papa Francisco, y a ella se le atribuye la relación que trabó con el Sumo Pontífice el flamante embajador argentino ante el Vaticano, Eduardo Valdés.
Olivera también fue defensora del Pueblo de la Ciudad. Y, más tarde, directora de Derechos Humanos en la Cancillería, durante la presidencia de Néstor Kirchner, cuando el ministro de Relaciones Exteriores era Rafael Bielsa.










