A Darío Benedetto no le interesa cuidar su reputación, contemplando que a lo largo de su carrera tuvo actitudes que lo metieron en diferentes polémicas. Posiblemente por esa personalidad provocativa suele aparecer en la mira de otros personajes futboleros. En ese contexto, desde Núñez le pegaron sin piedad en las últimas horas: Martina del Trecco, delantera de River en el fútbol femenino, hizo una fuerte chicana.
A mediados de semana Boca se quedó con la Supercopa Argentina al aplastar a Patronato, que ganó la última edición de la Copa Argentina pero actualmente atraviesa un incómodo presente en la Primera Nacional. El Pipa fue clave en la final, contemplando que anotó tres goles. Y después de llevarse la pelota del Madre de Ciudades, aprovechó la ocasión para lanzar una picante frase contra el rival de toda la vida: "Somos los más grandes, somos los únicos".
La declaración, emitida en Santiago del Estero, viajó a enorme velocidad y aterrizó en Buenos Aires, más precisamente en Núñez. La delantera del Millonario, quien en el último torneo anotó un gol en el superclásico femenino disputado en la Bombonera, fue contundente: eligió imágenes del lengüetazo a Gonzalo Montiel en Madrid y otras dos de Cachete con la Libertadores y la Copa del Mundo. Y a las tres las juntó con una del Pipa con la Supercopa Argentina para añadirle una picante frase: "Cada uno besa lo que puede...".
Tal como suele ocurrir en este tipo de situaciones, la historia de Instagram se ramificó velozmente y generó una gran repercusión en redes sociales. A partir de esa viralización, la protagonista tomó la determinación de eliminarla para evitar inconvenientes.
Una historia que arrancó en Madrid
Las chicanas entre Benedetto y River se gestaron en 2018, en pleno Santiago Bernabéu. El atacante marcó el 1 a 0 para el Xeneize en la final de la Copa Libertadores y puso en ventaja al conjunto de Guillermo Barros Schelotto en el resultado global.
Apenas la pelota cruzó la línea de gol, emprendió una corrida en la que se llevó por delante a Montiel. Este choque, hizo que el delantero se enfade con el defensor, le saque la lengua y busque provocarlo. El goleador luego siguió con esa mueca durante todo su trayecto hacia el córner en donde se abrazó con Cristian Pavón y con el resto del equipo.