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Desde hace dos años, todos los intendentes vienen hablando entre sí directamente o a través de terceros sobre un mismo tema. Los chats comunes se hicieron más frecuentes y hasta hubo encuentros directos, de a dos o grupales, para debatir cómo salir del laberinto del final de las reelecciones eternas de todos ellos.

Se suponía que uno de los senadores con más perfil bajo de la primera sección electoral, Luis Vivona, de Malvinas Argentinas, tenía ya preparada una presentación judicial para preguntar lo que finalmente preguntó la concejal Carina Pavón, justo del distrito que él conduce políticamente. Pero muchos creían que sería mucho antes.

El miércoles 1, a las 10.45, parece ser que Pavón se apersonó con su letrado e inmediatamente su tema fue tomado por el juez Contencioso Administrativo Jorge Ocampo, a cargo del juzgado 1 del Departamento Judicial San Martín, el mismo que abarca General San Martín, Tres de Febrero, San Miguel, José C. Paz y ... Malvinas Argentinas.

Ocampo era un empleado municipal modelo de la gestión de Hugo Curto en aquel Tres de Febrero que dominaba toda la región y protagonizaba todas las discusiones políticas locales, provinciales y nacionales y, fundamentalmente, de los nombramientos judiciales.

Tanto era así que su colega sanmartinense, Antonio Libonati, se quejaba por este tema y las tensiones, a pesar de los dos pertenecer a la entonces duhaldista Liga Federal, eran permanentes.

De la dirección de asuntos jurídicos Ocampo saltó al primer juzgado contencioso administrativo creado tras la reforma constitucional de 1994 y él fue uno de los defensores más fervorosos de ese fuero que tenía que encargarse sobre los problemas que tenía la ciudadanía contra el Estado en cualquiera de sus formas. Quizás por esa gran experiencia adquirida es que pudo revisar la petición de Pavón, realizar las consultas pertinentes y luego volcar todo en una resolución de once fojas en... 48 horas. Porque el viernes 3 ya tenía todo concluido.

Seguramente estuvo casi sin dormir y hasta se habrá quedado más horas que lo habitual en su despacho de la calle Mitre casi esquina Carrillo porque supuso que el caso ameritaba la urgencia que tuvo...

El fallo en sí no hace más que dar un aval para lo que puede venir posteriormente, pero nada sucederá si la Justicia Electoral bonaerense no se expide. Y no se quiere expedir. "Este lío lo armó la política... Que lo arreglen ellos", les dijo más de uno de los integrantes más jerárquicos a los políticos que deambularon por sus oficinas.

La concejal Pavón también parece ser una persona muy optimista y previsora. A dos años vista de su posible segunda reelección ya cree que tendrá lugar en la próxima lista de candidatos del 2023.

Puesto todo esto en revisión, también habría que ver cuánta razón tienen los que sostienen que la ley 14836 tiene su defecto de origen en el artículo 7, que afecta derechos adquiridos. Los que fueron electos en 2015 tenían la reelección indefinida, que la norma fulminó. Inclusive uno de los que dio su voto afirmativo, el radical aliado de Gustavo Posse, Walter Carusso, dejó sentado en ese momento que tal cual estaba escrita la ley iba a recibir planteos en su contra.

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¿Por qué la ley no tuvo esos planteos en contra hasta la semana pasada?... Porque nadie quería aparecer como yendo a contramano de la sociedad que no quiere que nadie se eternice. Y en la Junta Electoral de la Provincia esperan que todo lo adecúe la Legislatura que lo hizo.

Increíblemente, el que presentó el proyecto para volver todo a fojas cero hace cinco años fue el diputado provincial del Frente de Todos Walter Abarca, uno de los que apoyó el fin de las reelecciones.

Desde el bloque del Frente Renovador, que conduce Rubén Eslaiman, ya avisaron: "No podemos ir en contra de lo que votamos hace cinco años".

Esa definición es compartida por el jefe político del sector, Sergio Massa, quien por esto perdió consideración entre varios que en algún momento lo cobijaban y lo tenían como el "hermanito perdido" cuando se oponía a la eternidad de Cristina Fernández de Kirchner.

Esos enojos no son solo con Massa, sino también con los más importantes referentes de Juntos y sus intendentes. En esas charlas de hace años para ver cómo no se llegaba a esta altura del año con la incertidumbre -tanta que más de una veintena de jefes comunales prefirieron irse ahora porque justo María Eugenia Vidal dejó abierta la chance de volver con su decreto reglamentario- no había diferencias entre peronistas y cambiemistas.

LA MATANZA SIN PAZ

Los dos sectores políticos más importantes de La Matanza, Juntos y Frente de Todos, no están pasando un gran momento en el principal territorio del país y la Provincia de Buenos Aires.

En la oposición, parece que algo pasó. A Alejandro Finocchiaro, el diputado nacional electo que pretende ser candidato a intendente nuevamente, salió a disputarle el manejo del distrito un referente que tiene relación personal con Diego Santilli, Jorge Lampa, que se plantó y casi rompe el bloque junto con el diputado mandato cumplido Hernán Berisso.

Nicolas Sanz

Finocchiaro tuvo que llamar a su nueva autoridad en la Cámara de Diputados, Cristian Ritondo, quien siempre está cerca de esta localidad y que algunos creen que puede ser un buen candidato. Pero terminó siendo el propio Horacio Rodríguez Larreta quien intercedió y le pidió a Santilli que hiciera lo imposible para que reinara la paz y no enfureciera más a su aliada Elisa Carrió.

Si bien no hubo crisis, tampoco habrá calma. La designación del "llilito" Héctor Toti Flores como presidente del bloque dejó a más de uno mascullando bronca, y pronto se sabrá si la oposición decide, como dejó trascender uno de los más importantes integrantes de la alianza opositora, una intervención política directa para trabajar hacia 2023.

El Concejo Deliberante matancero tendrá nuevas autoridades, y entre ellas volvió un viejo amigo del intendente Fernando Espinoza, Carlos Orsingher, su antiguo secretario de seguridad que tuvo que dejar su cargo hace un par de años tras una investigación interna lo vinculara con secuestradores. "No se entiende por qué hacemos esto... Después de las marchas, los momentos de tensión, volvemos a provocar", dijo un concejal oficialista en más que estricto off.

Este mismo edil, de una de las corrientes más oficialistas que tiene el frentetodismo local, es el mismo que desde hace tiempo viene notando una cierta distancia entre el jefe comunal y su antecesora, Verónica Magario, quien tenía entre uno de sus referentes de mayor confianza al antiguo presidente del Consejo Escolar, Alejandro Schwartsman.

Schwartzman había armado "la Néstor Carlos" bajo la atenta mirada de Magario, a quien considera su jefa política. Pero antes que nadie, el consejero tenía a Cristina Fernández de Kirchner su máxima referente y tiene a Roberto Baradel en la conducción gremial docente.

De pronto, sin que nadie lo haya previsto, el consejero decidió renunciar a su lugar por el cual había sido electo en la última elección de noviembre. Su lista estaba encabezada por Fernando Espinoza como candidato testimonial como primer concejal.