

El nuevo formato con 32 equipos en 12 sedes de EE.UU. está en etapa de desarrollo, con perspectivas de elevar el número a 48 en la edición 2029. La infraestructura es la utilizada durante las temporadas regulares de la NFL, más algunos estadios revalorizados por la liga local (MLS), cumpliéndose con los estándares oficiales de la FIFA.
Esta experiencia innovadora a nivel de clubes cobra mayor interés partido tras partido. Esto se trasluce en la cantidad de visitantes extranjeros y asistencia de fans a los estadios.
Los primeros registros estadísticos así lo demuestran: Partido inaugural, Hard Rock Stadium de Miami (capacidad 65.300): Inter de Miami vs. Al-Ahly (94,07%); Real Madrid (España) y Al-Hilal (Arabia Saudita): (96,36%); Boca vs. Benfica (Portugal) (85,8%); Boca vs. Bayern Múnich (99%); Rose Bowl Stadium, Los Ángeles (capacidad 88.500): River vs. Rayados de Monterrey (65%); Paris Saint Germain vs. Atlético Madrid (91%); El Bank of America Stadium, Charlotte (capacidad 74.800): Real Madrid vs. Pachuca (93,9%).
En diciembre pasado, el valor de los tickets para los partidos de 1ra. fase, oscilaba desde u$s 45 hasta los u$s 2200 para presenciar la final. En los días previos al inicio, la FIFA incentivó la demanda con rebajas del 60% y 75% según las ubicaciones, quedando muy cerca de alcanzar una marca histórica: 1,5 millón de entradas vendidas.
A los estudiantes universitarios, se les bonificó el precio a u$s 20 la entrada. En los primeros 16 partidos asistieron un total de 556.369 espectadores, con un promedio de 34.773 por partido (55,8% de capacidad ocupada).

La palabra del Presidente de la FIFA
El suizo italiano Gianni Infantino, el presidente de la FIFA, exaltó las virtudes del torneo versión siglo XXI. "Esto es exactamente para lo que se creó el Mundial de Clubes FIFA: un escenario de envergadura mundial donde se cuentan nuevas historias, surgen nuevos héroes y los aficionados al fútbol de clubes se sienten parte de algo más grande".
Y agregó: "La FIFA está orgullosa del ambiente único y multicultural y del apoyo que ya ha generado esta nueva competición, y damos las gracias a cada aficionado que ha aportado su voz, su pasión y su presencia".
El nuevo formato con 32 equipos en 12 sedes de EE.UU. está en etapa de desarrollo, con perspectivas de elevar el número a 48 en la edición 2029.
El modelo de reparto de los u$s 1000 millones
Según el sitio oficial de FIFA, se aplicarán las siguientes reglas de distribución:
- El ganador del Mundial de Clubes FIFA recibirá hasta 125 millones de dólares.
- -La competición repartirá un total de u$s 1000 millones entre los 32 equipos participantes.
- El objetivo es distribuir 250 millones de dólares para el fútbol de clubes en el mundo.
- Todos los ingresos generados se destinarán al fútbol de clubes (pagos de solidaridad alrededor del mundo), y las reservas de la FIFA no se tocarán.
- Rendimiento deportivo: u$s 475 millones: Fase de grupos (tres partidos): u$s 2 millones por victoria/1 millón por empate; 8vos. de final + u$s 7,5 millones; 4tos.de final + u$s 13,125 millones; Semifinales + u$s 21 millones; Subcampeón + u$s 30 millones; Campeón + u$s 40 millones.
- Participación de u$s 525 millones a distribuirse por continente y por club, de acuerdo con una clasificación basada en criterios deportivos y comerciales.

Goles tecnológicos
A casi 15 años del "gol fantasma" (no cobrado) del inglés Frank Lampard en el Mundial de Sudáfrica, convertido en un hito de la evolución de la tecnología aplicada al juego.
El 27 de junio de 2010, en el Estadio Free State de Bloemfontein, a los 37 minutos sobrevino un crucial error humano. La terna arbitral uruguaya integrada por Jorge Larrionda y los asistentes Mauricio Espinosa y Pablo Fandiño, no convalidó un evidente gol captado por la TV (la pelota ingresó al arco tras rozar el travesaño). Ese gol hubiera significado empate 2 a 2. (El resultado final 4 a 1 favorable a los alemanes, dejó a Inglaterra eliminada del certamen).
En octubre de 2010, la International Football Association Board (IFAB), aprobó el uso de la tecnología sólo para resolver acciones dudosas en la línea de gol: si el balón entró o no en el arco. A partir de entonces, el avance tecnológico no se detuvo.
Después de largos procesos de pruebas, en el Mundial de Brasil (2014), se utilizó el sistema "Goal Control" con 14 cámaras, enviando un mensaje de "gol" al reloj pulsera del árbitro justo al instante en que la pelota traspasaba completamente la línea de gol. En el Mundial de Rusia (2018), se instauró -el hoy tan popular como controvertido- VAR (video asistencia al referí), con un menú de jugadas revisables.
En el presente mundial de clubes, el árbitro iraní con pasaporte australiano, Alireza Faghani, dirigió a Leo Messi en el partido inaugural, portando una cámara colgada de una oreja -junto a un micrófono-. Esta herramienta de última generación se suma a la última lista actualizada: "offside" (fuera de juego) semiautomático; cámara cenital colgada de cables que sobrevuela el campo de juego, intercomunicadores para árbitros, drones, tablets, campos de juego con aire acondicionado, sonido y luces LED en el estadio, monitores HD, pantallas gigantes y el chip en la pelota.

Impacto social: beneficios no financieros
En un reciente estudio compartido por la WTO (World Trade Organization) y la FIFA, se evalúa el impacto económico del fútbol y cómo puede servir para el crecimiento del comercio mundial.
Estimándose una asistencia total a los estadios del 90%, el 40% corresponde a turistas extranjeros y éstos a su vez, van acompañados por otros (+15%), se calcula que cada turista asiste en promedio de 2 partidos. Para determinar el gasto total, el número estimado de turistas se multiplica por u$s 416 (gasto medio diario por turista), y luego por 12 días, a fin de mensurar la estadía promedio y el gasto en el país anfitrión.
Los resultados del evento deportivo deben evaluarse a largo plazo, sin importar lo inmediato. Así, mediante el análisis del Retorno Social de la Inversión (SROI por sus siglas en inglés), pueden estimarse beneficios más allá del impacto económico, tales como la mejora de la salud, el bienestar y las conexiones sociales. Esta metodología emplea indicadores positivos que miden el aumento de los niveles de actividad física (que deriva en ahorro en los costos sanitarios de la población) o, la reducción de las tasas de mortalidad (según el grado de compromiso de la comunidad con el deporte).
También se evalúan aspectos negativos, como el aumento de gastos por lesiones asociadas al mayor nivel de actividad física. En esta categoría de beneficios pueden incluirse el estímulo a niños y jóvenes para emular a sus ídolos y practicar deportes; el respeto de valores de buena convivencia y camaradería entre los fans dentro y fuera de los estadios.
Otro beneficio adicional -no monetario- son los gritos y cantos de aliento de los hinchas, junto a las banderas que cuelgan y las vibraciones que -minuto a minuto y codo a codo- se transforman en mareas humanas que engrandecen la pasión por el espectáculo, con independencia del resultado deportivo.













