

Cada vez son más las empresas que eligen Uruguay para instalarse y desarrollar sus negocios hacia el exterior. En los últimos años el país escaló varias posiciones en el "Índice de Facilidad para Hacer Negocios" del Banco Mundial, donde actualmente se encuentra cuarto en América del Sur, detrás de Chile, Colombia y Perú.
De hecho, abrir una empresa resulta muy sencillo, en particular luego de la creación de las Sociedades Anónimas Simplificadas (SAS) en el año 2019, figura jurídica que se convirtió en la preferida tanto por los emprendedores locales, como por los empresarios extranjeros, dados sus bajos costos, ágil constitución y flexibilidad operativa.
Las SAS pueden tener un único accionista, ya sea uruguayo o extranjero, e incluso su director puede estar domiciliado en el exterior. Otra forma muy utilizada es la denominada Empresa Unipersonal (similar a la figura del Monotributista en Argentina), para lo cual una opción es hacerlo tanto con documento argentino como habiendo tramitado la residencia legal.

La ley uruguaya asegura al inversor extranjero los mismos derechos, idénticos beneficios e igual protección que a los ciudadanos uruguayos, sin que sea condición necesaria tramitar la residencia legal para constituir una sociedad, comprar un inmueble o desarrollar inversiones en el país. Uruguay siempre ha estado en la vanguardia de cumplir con los estándares internacionales en materia tributaria y de prevención de lavado, y además favorecer la inversión nacional y extranjera en iguales condiciones.
El Poder Ejecutivo de todos los gobiernos que estuvieron en estos últimos 20 años, han promovido la inversión con incentivos tributarios en: Forestación, Zona Franca, actividad logística, software, construcción y otros más.
Existe además un régimen promocional de las inversiones que concede importantes exoneraciones tributarias para los proyectos que generan empleo, deslocalizan la producción o tienen impacto en otros aspectos, donde le otorgan un porcentaje de devolución de su inversión en impuestos a la renta, aparte de otros beneficios tributarios.
Muchos grupos económicos eligen Uruguay para organizar los negocios a través de sociedades que cumplen la función de holding para crecer en el mundo, y otros eligen como vehículo jurídico a una Sociedad Anónima Uruguay, para colocar sus activos en el exterior por el gravamen solamente de la renta local. Por ejemplo, a un directivo como persona física que quisiera venir a residir a nuestro país, Uruguay le otorga tax holiday por 11 años por las rentas pasivas que tenga colocadas en el exterior, es decir nos referimos a los dividendos e intereses recibidos.
Otro punto de peso es que el sistema laboral uruguayo se caracteriza tradicionalmente por una legislación moderna, práctica y accesible de conocer e implementar. El Poder Ejecutivo establece al inicio de cada año el salario mínimo nacional, convocando a la negociación bipartita entre empresarios y trabajadores, por intermedio de sus entidades representativas, en el ámbito de los denominados "Consejos de Salarios".
Todo trabajador tiene derecho a percibir un sueldo anual complementario (aguinaldo), el cual se fracciona en dos pagos (junio y diciembre) y 20 días de licencia anual pagas por 12 meses de trabajo cumplidos, la cual puede fraccionarse en dos períodos de 10 días cada uno, a gozar en el primer y en el segundo semestre del año. En caso de despido, la indemnización que puede llegar a percibir el trabajador está topeada legalmente en un máximo de seis mensualidades, una por cada año de trabajo.
Y, por último, cabe agregar que abrir una cuenta bancaria es un proceso relativamente rápido, más aún si se es residente legal. En Uruguay operan varios de los principales Bancos internacionales y cuenta con una banca local representada por el Banco de la República Oriental del Uruguay con un fuerte perfil promotor de la actividad de las PYMES.
En resumen, un ecosistema muy propicio para todo aquél que quiera crecer y desarrollarse profesionalmente, local o internacionalmente.
Más Videos












