En las últimas horas, el escenario político de la derecha en Colombia se vio sacudido por la abrupta decisión del Centro Democrático de poner fin a la precandidatura de Miguel Uribe Londoño.
La determinación llegó después del homicidio de su hijo, Miguel Uribe Turbay, quien había asumido un rol activo en la política del partido. La resolución generó una ola de dudas, rumores y críticas de figuras reconocidas del país.
Frente al creciente debate, Miguel Uribe Londoño decidió pronunciarse públicamente para explicar lo ocurrido al interior del partido y confirmar su renuncia. El dirigente aseguró que nunca esperó que la colectividad le diera la espalda en uno de los momentos más difíciles de su vida, recordando que su hijo fallecido trabajaba políticamente en favor de esa misma bancada.
Miguel Uribe Londoño expresó sentirse traicionado por el Centro Democrático
En su declaración, Miguel Uribe Londoño afirmó que la decisión del partido fue “injusta y apresurada”. Señaló que, como miembro fundador, conoce que la postura de algunos dirigentes no representa el sentir de la mayoría de los militantes. Además, sostuvo que la falta de reconocimiento al legado de su hijo influyó profundamente en su decisión de abandonar el partido de manera irrevocable.
El dirigente cuestionó el rumbo actual de la colectividad y lamentó que ciertos sectores no respetaran la memoria de quien él calificó como un mártir de esa doctrina política. Según sus palabras, permanecer en el partido ya no era moralmente posible.
El exprecandidato aclaró reuniones con otros líderes y analiza nuevas opciones políticas
Miguel Uribe Londoño también confirmó que sostuvo encuentros con figuras de la derecha como Abelardo de la Espriella, Vicky Dávila y Juan Carlos Pinzón. No obstante, desmintió los rumores que afirmaban que buscaba apropiarse de la candidatura oficial del Centro Democrático, asegurando que esa versión no corresponde a la realidad.
Asimismo, expresó su preocupación por la dirección que ha tomado el partido que él mismo ayudó a fundar. Aseguró sentir un profundo dolor por la postura que adoptaron algunos de sus dirigentes, lo que reforzó su decisión de dar un paso al costado.