

La Autopista Presidente Perón en Argentina avanza como una de las obras viales más relevantes del conurbano bonaerense. Concebida como el tercer anillo de circunvalación del AMBA, busca conectar decenas de municipios y ofrecer una vía alternativa a los corredores saturados que rodean a la Ciudad de Buenos Aires.
Con más de 80 kilómetros de traza proyectada, la autopista permitirá unir partidos del oeste y sur del Gran Buenos Aires sin atravesar áreas centrales. Su diseño retoma ideas planteadas desde los años sesenta, cuando distintos planes metropolitanos propusieron un anillo vial externo para ordenar la expansión urbana.
Construyen una de las autopistas más grandes del continente
La obra atraviesa municipios como Ituzaingó, Merlo, La Matanza, Ezeiza, San Vicente, Presidente Perón, Florencio Varela y Berazategui. Su función principal será descomprimir los accesos a la Ciudad y facilitar viajes entre zonas periféricas hoy poco conectadas entre sí.

Entre los puntos más destacados de su impacto se encuentran:
- Reducción del tránsito pesado sobre corredores centrales ya saturados.
- Mejora en los tiempos de viaje entre municipios del oeste y sur del conurbano.
- Nuevas conexiones logísticas para zonas industriales y productivas.
Actualmente, parte del trazado está habilitado y otros tramos requieren obras complementarias o avances en procesos de expropiación. El ritmo ha sido irregular, con períodos de avance y paralización.
Un territorio marcado por contrastes
El corredor evidencia la diversidad del conurbano: barrios populares, urbanizaciones cerradas, áreas productivas y parques industriales conviven en un espacio atravesado por desigualdades. La mejora en la conectividad genera oportunidades, pero también tensiones por el uso del suelo y el avance de desarrollos inmobiliarios.
La Autopista Presidente Perón no solo modificará el mapa vial del AMBA: también influirá en cómo crece la megápolis, cómo se reorganiza el territorio y qué modelos urbanos se consolidan en los próximos años.











