Fuente: Grok
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Los feriados son los días más esperados por la mayoría de las personas que trabajan de lunes a viernes en todo el país: representa un momento de descanso que, en muchos casos, desemboca en un fin de semana largo para todos los trabajadores formales que gozan de este beneficio.
Lo cierto es que el próximo lunes 2 de juniose celebrará un nuevo feriado en todo el país en conmemoración del Día de la Asunción, una fecha cristiana que celebra el ascenso de Jesucristo al cielo, el cual ocurrió 40 días después de la Pascua. La fecha original es el 29 de mayo, aunque debido a la Ley Emiliani este día de celebración y descanso se traslada al lunes siguiente.
La Ley Emiliani es una normativa que permite y regula el traslado de los días feriados o festivos en Colombia, y de esta forma permite que todos los habitantes gocen de un fin de semana largo de tres días con el objetivo de impulsar el turismo interno y el desarrollo de la actividad de este rubro en todo el país.
Decretan feriado el 2 de junio: quiénes tendrán día libre
Las personas que sí o sí deben tener un día libre en esta fecha, lo que significará un descanso obligatorio, son aquellos trabajadores que se encuentran formalmente registrados en sus empresas. Es decir, los que se encuentren "en blanco" tendrán un día más de fin de semana.
Además, el 2 de junio también se conmemorará el Día del Campesino en Colombia. Se trata de una fecha que reconoce la labor de los agricultores y trabajadores rurales en el desarrollo económico y social de todo el país. Esta celebración se estableció mediante el Decreto 135 de 1965.
Nuevo feriado: ¿qué impacto tienen los cierres bancarios en la economía local?
Los feriados implican, además, el cierre de bancos generalizado en todo el país. Esto puede tener efectos diversos en la economía, dependiendo de la duración y el contexto. En situaciones normales, como feriados programados, el impacto suele ser limitado ya que muchas operaciones digitales suelen estar disponibles.
Hubo casos excepcionales en ciertos países latinos, como el feriado bancario de 1999 en Ecuador, donde se congelaron los depósitos por un año. Las consecuencias, en este caso, fueron graves: pérdida de confianza en el sistema financiero, quiebres bancarias y una crisis económica sin precedentes.
