
Es común que después de comprar papas para cocinar, suelen echarse a perder después de unos días y finalmente no pueden ser utilizadas. Sin embargo, existen dos trucos importantes que podemos seguir para poder conservar estos tubérculos por más tiempo.
La periodista y cocinera María Marín Alonso, quien escribió el libro Cenas para peques, dio algunos consejos para que este tipo de verdura no se brote, arrugue o agarre olor. El secreto estaría en qué alimentos ponen junto a la papa para su conservación.
¿Por qué las papas se echan a perder tan rápido?
Las papas son tubérculos vivos que, una vez cosechados, comienzan a brotar y pudrirse debido a:
- Exposición a la luz: provoca la producción de solanina, un compuesto tóxico que las pone verdes y amargas.
- Humedad excesiva: favorece el crecimiento de hongos y bacterias.
- Temperaturas inadecuadas: el frío del refrigerador acelera la degeneración de azúcares, mientras que el calor las hace brotar.
- Influencias químicas: ciertos alimentos emiten gases que aceleran el deterioro.
Según expertos en conservación de alimentos, un mal almacenamiento puede reducir la vida útil de las papas de 2-3 meses a solo días. Pero con los tips correctos podés mantenerlas frescas durante meses.
Clave 1: guardar las papas con manzanas
María, conocida por sus recetas prácticas y sostenibles, reveló en su cuenta de Instagram que guardar papas con manzanas fue su salvación para evitar el desperdicio. ¿El secreto? La ciencia detrás de esto es fascinante.

Las manzanas emiten etileno, un gas natural que acelera la maduración en muchas frutas y verduras. Pero en el caso de las papas, este gas actúa como un “freno” para el brote prematuro. El etileno inhibe la germinación, manteniendo las papas firmes y sabrosas por más tiempo.
“Esta fruta me ayudó a conservar las papas frescas durante meses”, contó la chef. Ella coloca 2-3 manzanas en una bolsa de papel con las papas, haciendo que sus la papa dure hasta 3 meses sin pudrirse.
Clave 2: nunca guardar una papa de esta forma
Otro error común que cometen muchas personas es almacenar papas y cebollas juntas, dado que esto acelera el proceso de putrefacción. Todo tiene que ver el propanotiol S-óxido que se libera.

Se trata de un compuesto volátil con olor fuerte que irrita y acelera la descomposición de las papas. Este gas hace que las papas absorban humedad, se ablanden y desarrollen moho en cuestión de días.
Además, el etileno de las papas (aunque mínimo) puede hacer que las cebollas broten antes de tiempo. “Es como un divorcio necesario en la despensa”, bromeó la especialista.














