El escándalo del partido Brasil - Argentina sigue dando que hablar y seguramente lo va a hacer por varios días.
Es que el tema ahora trascendió lo deportivo para convertirse casi en un conflicto diplomático.
Desde el embajador en Brasil Daniel Scioli -cuya intervención aparece como clave al haber conseguido sacar a todos los jugadores del país- pasando por el Ministro de salud de la provincia de Buenos Aires, hasta el hijo senador de Jair Bolsonaro, entre varios más, se involucraron en la situación.
"Nuestra única preocupación en este momento es que vuelvan todos los jugadores. Hablé con el Presidente de la Nación y me dijo que hay que priorizar eso", le dijo Scioli a Tuny Kollman en declaraciones en Radio 10 antes de que los futbolistas suban al avión.
Palabras que sirven de ejemplo para que se tenga una idea de hasta dónde escaló la problemática. Mientras que Daniel Gollán, entrevistado por el mismo periodista expresó que todo le parecía muy extraño.
En tanto, Flavio Bolsonaro, actual senador por Río de Janeiro e hijo del presidente de Brasil, calificó de "malandros" a los integrantes de la Selección argentina y pidió que haya un "severo castigo".
Las autoridades sanitarias ingresaron a la cancha y pretendían que "Dibu" Martínez, "Cuti" Romero y Giovani Lo Celso abandonasen el partido y fueran deportados automáticamente del país, por haber "falseado sus DD.JJ.", tras haber permanecido en el Reino Unido -al menos- una semana atrás, cuando las autoridades sanitarias brasileñas solicitan "un mínimo" de 14 días de cuarentena para las personas que proceden desde ese sitio del continente europeo.
