Las semillas de lino, conocidas por sus numerosos beneficios para la salud, ofrecen una rica fuente de nutrientes que pueden contribuir significativamente al bienestar general si las sumás junto a tu alimentación.
Su versatilidad permite que se puedan agregar a una gran variedad de platos, proporcionando un impulso nutricional en cada comida. Consumirlas correctamente garantiza que sus propiedades se aprovechen al máximo, con múltiples bondades para el organismo.
Beneficios para la salud: ¿por qué conviene incorporar semillas de lino en la alimentación?
Las semillas de lino, tanto las doradas como las marrones, son un complemento valioso para cualquier dieta. La principal diferencia entre ellas radica en su color y sabor, siendo las doradas de sabor más pronunciado que las marrones.
Hay tres razones nutricionales clave para incluir este alimento en la alimentación diaria, según el portal Saber Vivir:
Son una fuente rica en ácidos grasos omega-3.
Aportan lignanos, compuestos que actúan de manera similar a la fibra.
Contienen vitamina B1.
Todas estas propiedades nutricionales presentes en las semillas de lino se traducen en varios beneficios para la salud. Ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre, lo que es beneficioso para personas con diabetes.
También contribuyen a reducir el colesterol, combaten el estreñimiento, facilitan la pérdida de pesoy protegen la salud cardiovascular.
¿Cómo consumir semillas de lino y aprovechar todos sus beneficios?
Para aprovechar al máximo los beneficios de las semillas de lino, es esencial consumirlas trituradas. Este proceso permite liberar todos sus nutrientes, ya que si se consumen enteras, pasan por el sistema digestivo sin ser aprovechadas completamente. Además, son grandes aliadas para combatir el estreñimiento.
Conozcamos otras maneras de incorporar semillas de lino a nuestros menús diarios:
Agregarlas a la leche, el yogur o los cereales del desayuno es una opción popular.
Se pueden añadir a sopas y cremas para una textura diferente.
Incorporarlas en jugos y batidos.
Espolvorear semillas de lino sobre ensaladas es una forma sencilla de mejorar su contenido nutricional.
Se pueden usar en tostadas o salsas.
Hay que tener en cuenta que el calor puede reducir la efectividad de sus ácidos grasos, por lo que no es la mejor manera de consumirlas.
Se recomienda triturarlas justo antes de utilizarlas o almacenar el polvo en la heladera por un máximo de 15 días. Pasado este tiempo, las grasas pueden oxidarse, afectando el sabor y las propiedades nutricionales.
