Los juntó un “celestino”, aunque Straschnoy no recuerda quién fue. Tal vez prefiere no decirlo. El “romance” con Martín Mercado, cabeza creativa de Y&R, comenzó un caluroso mediodía de febrero de 2008 en una pizzería de Palermo. “A los 40 minutos de estar hablando supe que trabajaríamos juntos”, recuerda el publicista, quien se relaja cada vez que escucha: “Ya lo tengo”, las palabras mágicas con que Mercado suele comunicarle que resolvió una idea. Con esa sinergia se mueve la dupla, una de las más temidas –y admiradas– en el mercado publicitario.