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Hace tres años Rufino Pablo Baggio, actual presidente del grupo de bebidas y alimentos que nació en Entre Ríos e hijo del fundador, le pidió a su hijo, Juan Pablo, que se incorporara a la empresa familiar.
Su hijo había estudiado Administración de empresas y también Marketing en Buenos Aires y tras un paso por el sector del agro, de ahí su interés por la pata productivas, pasó al sector financiero. Cuando su padre lo tentó con ingresar al negocio familiar, él trabaja en el banco Santander en el país, pero para España -antes lo había hecho para la operación local- y fue en esa empresa donde hizo un posgrado en Finanzas. “Fue difícil tomar la decisión”, sorprende con la respuesta Juan Pablo Baggio, hoy vicepresidente de RPB, como se llama el grupo de la familia en honor a su abuelo Rufino Pablo Baggio, quien fundó la empresa en 1959.
De extremado bajo perfil, los cuatro hermanos Baggio -Alejandro, Aníbal, Rufino Pablo (h) y Celia (h)- debieron enfrentar las peleas típicas de las sucesiones familiares tras la muerte de sus padres y hace tres años se inició un proceso de reconversión, o un proceso refundacional, como lo llamó el representante de la tercera generación que secunda a su padre en el directorio donde, además, participa uno de sus primos, hijo de Aníbal, quien integró ese espacio hasta el año pasado. “Mi padre es el presidente, pero mis tíos participan del directorio. Somos una familia muy grande, somos 17 primos, pero esa es la forma a la que llegamos a un punto de encuentro, que haya participación de todos”, señala el representante de la tercera generación.
La incorporación de Juan Pablo a la compañía tenía un objetivo muy definido, trabajar en tres ejes: eficiencia, procesos productivos y digitalización. “La empresa tenía que dar un salto cualitativo. No podíamos seguir haciendo lo que veníamos haciendo solo por qué nos iba bien”, sintetiza Baggio nieto.
Lo que los empresarios leían del mercado era que iban a tener que cambiar su forma de competir a pesar de ser uno de los líderes en muchas categorías. “El consumo saludable era una tendencia que no se podía pasar por alto y ya se veía también una economía más abierta que nos iba a poner a competir con nuevos jugadores”, detalla Juan Pablo esa lectura.
“Hoy vas a la góndola y ya no tenés agua saborizada, sino que hay agua con minerales, aguas con vitaminas. La gente consumo productos de valor”, detalla.
De esta manera, Baggio acaba de lanzar su jugo premium con 100% frutas y Baggio Forza, su nueva bebida isotónica para la hidratación y recuperación de deportistas.

Según el joven empresario -tiene 38 años-, el trabajo que hicieron entre 2023 y 2024 les permitió hoy ingresar en nuevas categorías. “La inflación todo lo tapa. Pero, ya en 2023, dijimos: ‘Trabajemos en un balance sin inflación y sobre la eficiencia de la máquina’. Nos trajo dolores de cabeza con los proveedores, pero así llegamos hoy a tener un producto en góndola con un precio más bajo que un producto que tiene menos de la mitad de fruta que el nuestro”, cuenta y asegura “La gente se va a encontrar con un producto que puede pagar. Conocemos el contexto, vivimos en la Argentina y entendemos que hoy no podemos tener éxito si no vamos con un precio competitivo”, dice el empresario, quien asegura que este esfuerzo les permitió “crecer por los menos un 15 por ciento por año a pesar de los vaivenes de la economía”.
A principios de 2025, la empresa entrerriana también decidió competir con las grandes en un terreno en el que no estaba: las gaseosas y lanzó su propio producto con una de sus marcas, Baggio Fresh, etiqueta que ya tenía aguas saborizadas.
“Nuestro objetivo que competir en el segmento medio, por debajo de las dos grandes, Coca y Pepsi, pero por encima de Manaos, por ejemplo”, señala el experto en marketing. Así apuntan a darle batalla a Cunnington, la marca que recientemente fue adquirida por Osvaldo Canido, dueño de Manaos, por US$ 74 millones, según trascendidos.
La estrategia de la empresa va a ser jugar por precio y poner a su favor la amplia red de distribuidores que tienen en todo el país, más de 2000. “Muchos jugadores, los más chicos, tienen muy concentrada su zona de influencia”, explica Baggio nieto, que asegura que ya son fuertes en el Litoral y en la zona de Cuyo. “Hoy por hoy estamos a tope de máquina en gaseosas”, asegura el empresario y cuenta que están invirtiendo en tres nuevas líneas de PET justamente para gaseosas, saborizadas e isotónicas, además de en tres nuevas líneas de asépticos –envases de cartón-.
En los últimos tres años, la compañía lleva invertidos US$ 55 millones en nueva maquinaria, en galpones para esa maquinaria y para el almacenamiento de producto terminado.

Eficiencia y diversificación
La empresa que hoy se la conoce como líder en jugos, no empezó produciendo su emblemático producto. “Mi abuelo traía vino desde Mendoza y lo vendía en Gualeguaychú en un pequeño garage donde se fraccionaba en damajuanas”, recuerda su nieto.
Luego, cuando la segunda generación ya trabajaba con su padre, fue que ingresaron al negocio de los jugos. Y, cuando empezó a tomar escala deciden instalarse en el Parque Industrial de esa ciudad donde hoy son la principal empresa.
Sin embargo, hoy son más grandes en el resto del país que en Gualeguaychú. “Tenemos en total 1200 empleados de los cuales 500 están acá y el resto, principalmente, en Mendoza”, indica Juan Pablo Baggio.
En la provincia del vino, justamente tienen cinco plantas productivas que se suman a los dos de Entre Ríos y a una en San Luis.
“En Concordia tenemos una planta de jugo aprovechando la molienda de la naranja y tenemos el vínculo directo con los productores y la trazabilidad de la materia prima y, en Gualeguaychú, tenemos una planta que es capaz de producir todo lo que producen las otras excepto vinos”, detalla el empresario, quien da números. Con su producto estrella, el Baggio Pronto tiene el 55 por ciento del mercado y con el Baggio en porciones, el envase chiquito, que según Juan Pablo fueron pioneros, tiene el 65 por ciento.
Así, además de los conocidos jugos, la empresa produce puré de tomate -hoy su segundo producto en el mix de facturación, con el 35 por ciento-, lácteos, edulcorante -se produce en San Luis- y vino -también espumante- que, con la marca Uvita -en Tetra- tienen el 35 del market share.
“Nuestro vino de alta gama en botella casi no se conoce en la Argentina donde hay mucha competencia, lo exportamos a los Estados Unidos”, agrega el empresario, que asegura que el 8 por ciento de sus ventas provienen de ventas en el exterior.
Mientras tanto, en el mercado interno, el grupo trabajó para diferenciarse. “En la Argentina, el costo logístico es muy importante. Pero nosotros tenemos la facilidad de enviar la materia prima a Gualeguaychú o a Mendoza de acuerdo con lo que nos convenga y de esa manera producimos en el lugar”, explica y ejemplifica: “Si bien molemos tomate en Mendoza podemos producir en Gualeguaychú con el concentrado de tomate y abastecer la gran demanda de Buenos Aires. Ese es nuestro gran diferencial con los tomateros de Cuyo”.
En 2025, según números de la propia empresa, con su marca De la huerta, el grupo pasó a ser líder en puré de tomare con un 40 por ciento del mercado.
Lo que viene
Al parecer, el ingreso de Baggio en nuevas categorías no termina acá. La empresa ya tiene en su pipe line nuevos productos y entrarán en el negocio de las legumbres.
“Con nuestro portafolios tan amplio tenemos llegada a la cocina de la gente, no solo a la mesa. Y por eso vamos a incorporar arveja, choclo, poroto, garbanzo con un envase muy práctico que se va a abrir con la mano que te permite, por ejemplo, hacerte una ensalada en el trabajo”, adelanta en exclusiva Juan Pablo Baggio.
También buscarán fortalecer su presencia en el exterior a pesar de que hoy la Argentina no sea de lo más competitiva. “En el mercado de afuera no podés entrar y salir cuando quieras, se construye. Estar afuera te obliga a tener nuevos productos siempre para poder seguir compitiendo”, indica el empresario quien da número: en cuatro años su objetivo es llegar al 12 por ciento de ventas en el exterior.
Hoy la empresa ya está en 50 países, muchos de América latina, Estados Unidos, Europa y África.
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