

A la hora de hacer un viaje de negocios o una escapada a Bolivia, la ciudad de La Paz tiene mucho que ofrecer a los visitantes. Se encuentra asentada en las riberas del río Choqueyapu, que la cruza de oeste a este, y enmarcada por la Cordillera Real, donde se alza la montaña Illimani.
Fundada en 1548 por el capitán Alonso de Mendoza como punto de descanso para los viajeros que transitaban entre Potosí y Cuzco, su nombre conmemora la restauración de la paz después de la guerra civil que siguió a la insurrección de Gonzalo Pizarro contra Blasco Núñez Vela, primer virrey del Perú.
Historia, tradición y paisajes deslumbrantes se combinan en esta ciudad, muy pero muy cerca de nuestro país.
La plaza Pedro D. Murillo: Plaza que honra al patriota y precursor de la independencia boliviana. A su alrededor se emplazan los principales edificios gubernamentales. Además, alberga figuras femeninas hechas en mármol que representan las estaciones del año y a las cuatro musas de las artes: la pintura, la arquitectura, la música y la escultura. En su centro descansa un monumento de tres metros de alto de Pedro Murillo, en cuyo pedestal está la imagen de una mujer que representa a la madre Patria.
El Mercado de las Brujas: Cerca de allí, en el cruce de las calles Jiménez y Linares, se levanta un colorido mercado poblado de puestos en los que se pueden encontrar desde hierbas o animales disecados que forman parte de los rituales Aymará, hasta remedios caseros, pociones, condimentos y artesanías regionales.
Convento de San Francisco: Sin salir del centro, se alzan estas construcciones en piedra labrada del 1549. Tanto el templo como el convento fueron destruidos por una nevada a principios del siglo XVIII, y a las pocas décadas reconstruidos. La fachada y el interior de la iglesia, cuya construcción duró 40 años, corresponden al estilo barroco. Además, cuenta con una pinacoteca que presenta una valiosa colección de obras artísticas renacentistas, mestizas y neoclásicas, entre otras.
La ciudad desde El Alto: Sin duda, la vista más espectacular de La Paz se aprecia descendiendo del municipio del Alto por la autopista que lo conecta con el centro de la ciudad. Si el trayecto se hace en un día despejado, es aún mejor el panorama de la ciudad custodiada por el nevado Illimani de 6.450 metros.
El Valle de la Luna: A unos 10 kilómetros del centro de la ciudad, con el paso del tiempo la erosión ha formado un conjunto de formaciones pétreas que dan al visitante la sensación de estar frente a un auténtico paisaje lunar.
Un tour por Tiwanaku: Conocida como la Ciudad del Sol o Ciudad de los Dioses, Tiwanaku fue una ciudad preincaica situada a sólo 70 kilómetros de La Paz, en el sureste del lago Titicaca. Actualmente, es un parque arqueológico en el que se pueden apreciar templos, monolitos y otras construcciones pertenecientes a una cultura que existió entre el año 1580 AC y el 133 DC.
Una excursión por Coroico: Esta población se encuentra ubicada en la zona de los yungas, a 96 kilómetros de La Paz y a 1.750 m.s.n.m. Es un lugar ideal para realizar paseos a caballo y en bicicleta entre las plantaciones de coca, banana, café y frutas cítricas, el motor económico de la región junto al turismo.
El valle de Sorata: Situado a 148 kilómetros de La Paz, durante una estadía allí se puede aprovechar para visitar la Gruta de San Pedro, una inmensa caverna natural situada a solo 8 kilómetros de Sorata. Habitada por tres variedades diferentes de murciélagos, esta caverna posee un pequeño lago interior; una experiencia imperdible.
Una tarde en Copacabana: A sólo 155 kilómetros de La Paz se alza una de las principales localidades ribereñas del lago Titicaca: Copacabana. Es un centro de peregrinación porque allí se encuentra la Iglesia de la Virgen de Copacabana, la más popular de Bolivia. Allí, entre los cerros Calvario y Niño Calvario (o Kesanani), vale la pena ver un atardecer a orillas del lago Titicaca.
La Isla del Sol: Si se visita Copacabana, es casi un pecado no cruzar en lancha (dos horas y media de viaje) a recorrer la isla más grande del lago Titicaca. De relieve accidentado con muchas terrazas debido al cultivo de antiguos pobladores incas, hay varios sitios arqueológicos entre los que se destaca la Roca Sagrada que, según cuenta la historia, fue el sitio desde donde salieron Manco Cápac y Mama Ocllo a fundar la ciudad del Cuzco. z we










