

La candidata presidencial socialista Marina Silva podrá mirar hacia el gobierno de Itamar Franco (1992-1994) para administrar Brasil sin mayoría en el Congreso, en caso de resultar electa en octubre. La ex senadora verde negó que en un eventual gobierno pueda contar con el apoyo formal del Partido de los Trabajadores (PT), Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y anunció que trabajará con disidencias partidarias.
Vamos a cambiar el concepto de gobernabilidad, dijo el presidente nacional del Partido Popular Socialista (PPS), Roberto Freire, que fue líder del gobierno de Franco en la Cámara de Diputados. El gobierno negociará caso por caso, y si pierde en el Congreso, la decisión se llevará a la sociedad que demostrará su sentimiento a favor o en contra de lo que ocurrió. Lo que no puede generarse es una relación promiscua, señaló Freire.
Ex vicepresidente que llegó al poder tras el impeachment y la renuncia del ex presidente y hoy senador Fernando Collor de Mello, Franco, que falleció en 2011, no tenía partido cuando llegó al cargo. Se había desafiliado del Partido de la Reconstrucción Nacional (PRN) cuatro meses antes del alejamiento de Collor. Itamar ignoró los liderazgos partidarios a la hora de armar su ministerio y designó integrantes de seis partidos. Reservó para su grupo más cercano los ministerios de Economía, Planificación, Casa Civil, Educación, Ciencia y Tecnología y Salud.
Su decisión lo alejó de los principales dirigentes políticos de la época, como Orestes Quércia (PMDB) e Luiz Inácio Lula da Silva (PT). Pero no tuvo problemas para aprobar los proyectos que envió a Diputados, como la creación del Impuesto Provisorio sobre el Movimiento Financiero (IPMF) en 1993. La mayoría en el Legislativo en aquellos años no se construyó con acuerdos partidarios, sino negociando proyecto por proyecto, recordó Freire.
El agravamiento de la crisis económica llevó a Franco a modificar su estilo de gobierno en mayo de 1993, cuando nombró a Fernando Henrique Cardoso como ministro de Economía. Al contrario de lo que ocurrió con sus antecesores, el mercado financiero respaldó a Cardoso, a quién el presidente le dio carta blanca para armar un plan de estabilización financiera.
El optimismo de los aliados de Marina con la fuerza popular que tendrá la candidata en caso de ser electa es tan grande que sus partidarios en el Congreso intentarán ganar poder en el Legislativo. Voy a disputar la presidencia de Diputados. Tendremos a una presidenta con minoría, pero con una inmensa legitimidad por el voto y con al menos la mitad de los mandatos renovados en Diputados, dijo uno de los diputados más veteranos, Miro Teixeira, que busca su décimo-primer mandato.













