

En la Agenda Global de Políticas de la directora-gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, Brasil aparece como uno de los países que precisan contener los déficits fiscales y que pueden tener que subir las tasas de interés para combatir la inflación.
El documento también advierte sobre la necesidad de aumentar la inversión pública y privada para enfrentar problemas de oferta, recomendaciones que el Fondo hizo al país en los últimos dos días.
“Mientras algunos países tienen espacio para una maniobra fiscal, naciones con grandes necesidades brutas de financiamiento o cargas de deudas tienen que actuar inmediatamente para contener los déficits”, dijo el informe, citando a Brasil, Hungría, India, Jordania y Pakistán.
El texto que se divulgó hoy afirma que se necesita prestar más atención a los riesgos que causa el alto crecimiento del crédito privado, caso de Brasil y de China. Para el FMI, es importante que Brasil, China y Pakistán enfrenten la vulnerabilidad fiscal en los niveles de los gobiernos estaduales y municipales.
La deuda bruta brasileña llegará al 66,7% del Producto Bruto Interno (PBI) este año, de acuerdo con el Fondo, muy por encima del promedio de los países emergentes, de 33,7% del PBI. El miércoles, el FMI calificó como apropiada la meta de superávit primario de 1,9% del PBI definida por el gobierno brasileño para este año, pero destacó la importancia de que a mediano plazo Brasil vuelva a tener como objetivo un 3% del PBI.
El documento indica que los países que no enfrentan presiones inflacionarias y tiene políticas que generan credibilidad, como Chile, Perú y Tailandia, pueden utilizar una política monetaria expansionista para respaldar la demanda, en respuesta a la desaceleración del crecimiento.
Sin embargo, en otros países los intereses tal vez tengan que subir, incluyendo a Brasil, India e Indonesia, y el conjunto de políticas tendría que fortalecerse, para contener la inflación. En el Panorama Económica Mundial, divulgado hoy, el FMI dijo que la inflación brasileña sigue en la parte superior de la banda de tolerancia, incluso después del ciclo de suba de la Selic (tasa de interés de referencia) promovido por el Banco Central (BC) desde abril del año pasado.













