

Los estímulos que concedió el gobierno brasileño brindaron impulso a las inversiones en la primera mitad del año, pero no alcanzaron para mantener en alza la demanda de bienes de capital en el tercer trimestre en medio del deterioro de la confianza del empresariado y la mayor volatilidad cambiaria, según economistas.
Con la influencia negativa de esos dos factores, analistas consultados por Valor calculan que el consumo doméstico de máquinas, equipamientos y vehículos pesados volvió a caer en los tres meses concluidos en septiembre, un fuerte indicio de que la suba de 6% en la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) entre enero y junio quedó atrás. Para el tercer trimestre, las expectativas indican una reducción de entre 1% y 4% de la FBCF, que había avanzado 3,6% en el trimestre anterior.
A pesar de la expansión de 1,4% de la producción de bienes de capital en el tercer trimestre, con respecto al segundo (con ajuste estacional), Aurelio Bicalho, del Itaú Unibanco, explicó que el retroceso de 4,7% en el volumen de importaciones de esos ítems en la misma comparación tiene un mayor peso en el cálculo de absorción interna.
De acuerdo a sus estimaciones, el consumo de bienes de capital disminuyó 0,7% en el período julio-septiembre. El Itaú Unibanco proyecta una retracción de entre 1% y 1,5% para las inversiones dentro del PBI en el período.
Si el escenario es de menor confianza, aumento de los intereses y cambio más depreciado, la tendencia es que estos factores predominen sobre las decisiones de inversión, dijo el economista, refiriéndose a la pérdida de efecto del Programa de Sustentación de Inversiones (PSI), del BNDES, que ofrece financiamiento a tasa de interés reales negativas para la compra de máquinas, equipamientos y camiones.
Las tasas de interés nominales del Finame, línea de crédito que financia bienes de capital, subieron de 3% a 3,5% en medio del año, nivel que está por debajo de la inflación, y se mantendrá hasta diciembre.
El gobierno informó que el PSI se renovará en 2014, pero sin garantizar que se mantengan las condiciones actuales. Con la perspectiva de que los intereses aumenten en enero, el economista jefe de LCA Consultores, Braulio Borges, considera que el PSI puede provocar una corrida a las compras de bienes de capital en los últimos tres meses del año. Sin embargo, en el tercer trimestre las condiciones ventajosas del programa no podrán evitar un debilitamiento de las inversiones.
Excluyendo los efectos estacionales, Borges calculó que el consumo doméstico de bienes de capital retrocedió 3% ante el segundo trimestre, mientras, en sus proyecciones, la FBCF cayó 2%. Destacó que los productos importados abastecen la mitad de la demanda interna de máquinas y, por eso, las inversiones tienen una correlación importante con la variación del cambio.
Como a lo largo del tercer trimestre el dólar fue de R$ 2 a un nivel más cercano a R$ 2,30, el encarecimiento de los costos de importación perjudicó la formación de capital físico, según el economista.
Para Fernando Rocha, economistade JGP Gestión de Recursos, los escenarios políticos y económicos más nebulosos para el próximo año colocaron en compás de espera a las inversiones, lo cual junto a la menor confianza y la volatilidad del dólar, explican el rojo de 4,3% del consumo de máquinas entre el segundo y el tercer trimestre.










