El gobierno brasileño evalúa, en conversaciones reservadas, que los alimentos “ya dieron su contribución” para mantener bajo control la inflación este año y se prepara para enfrentar, hasta diciembre, una “suba” en los precios agrícolas derivada de la entre cosecha en la producción de granos, carne bovina, cereales y etanol.

A pesar de que la preocupación es fuerte y puso en alerta a los especialistas, se espera que esa presión sea menor que la registrada en el segundo semestre de 2010. “El peso será menor”, afirmó una fuente del Ministerio de Hacienda.

Pero parte del gobierno continúa “sorprendida” por los recientes recortes en la cosecha, en especial en la producción de trigo y maíz de invierno, provocados por cuestiones climáticas.

La persistencia del escenario de bajos estoques mundiales y de firme demanda externa por commodities, principalmente de China, completan el panorama trazado por el gobierno.

Los ministerios de Agricultura y de Hacienda mantuvieron conversaciones reservadas con el Banco Central (BC) para evaluar los escenarios y tendencias. En foco, está el grupo alimentación y bebidas, cuyo peso en el índice oficial de inflación (el IPCA) llega a 22%. Ese grupo específico registró una inflación de 0,72% en agosto, muy superior al IPCA del mes, que fue de 0,37%.