

La expansión más fuerte a la esperada de la economía brasileña en el segundo trimestre mejoró las perspectivas sobre el desempeño de la actividad en 2013, según el Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getulio Vargas (Ibre-FGV). Pero, pasado el optimismo con la suba de 1,5% del Producto Bruto Interno (PBI) en los tres primeros meses del año, con ajuste estacional, permanece la evaluación de que no se produjeron cambios fundamentales en la conducción de la política económica que sustenten un ciclo más duradero de recuperación.
En la edición de septiembre del Boletín Macro, que anticipó Valor, los investigadores el Ibre-FGV revisaron de 2,3% a 2,5% su previsión para el crecimiento anual, pero proyectaron una caída de 0,4% del PBI en el tercer trimestre.
Para Silvia Matos, coordinadora técnica del boletín, la falta de previsibilidad y la incertidumbre en relación al ambiente económico, estimuladas por una gestión activa del gobierno, permanecen en el ambiente y dificultan una reacción más extendida de la actividad.
Matos destacó que, en el trimestre que concluyó en junio, más de 70% del avance de la economía se explica por cuatro de los doce sectores que componen la oferta, lo que indica que la sorpresa positiva con la evolución del PBI en el período fue muy concentrada. Parece que no estamos acelerando tanto. Ahora, las señales van en la otra dirección, dijo.
La variación del Indicador de Actividad Económica del Ibre (IAE), que intenta anticipar el comportamiento mensual del PBI, se enfrió a 1,2%, tras un aumento de 1,5% en los tres meses que terminaron en junio, lo cual, según la economista de la entidad, es un indicio de la pérdida de fuerza del PBI en el tercer trimestre. Por el lado de la oferta, estimó que la industria y el sector agropecuario serán las principales influencias negativas sobre la actividad en el período, mientras, de acuerdo a la óptica de la demanda, la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF, medida de las cuentas nacionales de lo que se invierte en máquinas y construcción civil) deberá retroceder.
Según Matos, las políticas de incentivo dieron a los sector beneficiados la sensación, de que, finalmente, la demanda reaccionaría con más fuerza, perspectiva que se vio frustrada, porque el enfriamiento del mercado de trabajo y los reajustes salariales menos robustos moderaron el consumo. Como resultado, notó que la industria comenzó el tercer trimestre con un volumen de stocks más alto, lo que tendrá un reflejo negativo sobre el PBI de manufacturas. En el Sondeo de Industria de la FGV, cuatro segmentos admitieron tener stocks muy elevados en agosto: minerales no metálicos, mecánica, material de transporte y vestuario, calzados y artefactos de tejido.
Matos afirmó que una base de comparación mensual más fuerte también jugará en contra de un comportamiento favorable de la industria en el actual trimestre. En el tercer trimestre del año pasado, recordó que el sector salía del fondo del pozo, mientras que en el segundo trimestre fue el peor para la actividad de manufacturas en el año 2012.
Por el lado de la oferta, la coordinadora del Boletín Macro del Ibre evalúa que la agropecuaria, que dio la mayor contribución al PBI en el segundo trimestre, se retraerá entre julio y septiembre. La economista estimó que un 0,5% de la expansión económica prevista por el Ibre provendrá del sector, debido a las super-cosechas de granos levantadas en el primer semestre. Sin embargo, en el tercer trimestre, el crecimiento expresivo de esas cosechas tuvo un impacto más reducido, al tiempo que ganaron importancia en el cálculo del PBI agropecuario otros productos cuyas cosechas, se prevé, serán inferiores a las de 2012, explicó.
Finalmente, cerrando la lista de los componentes del PBI que se retraerían en el pasaje de trimestre de acuerdo a la FGV, las inversiones en capital fijo caerían cerca de 1%, de acuerdo con la proyección preliminar de Matos.










