El presidente de Bunge en Brasil, Pedro Parente, dijo que las inversiones para aumentar la capacidad instalada de procesamiento de caña de azúcar en Brasil se encuentran en estado de espera hasta que el gobierno defina una política clara de formación de precios de combustibles y de electricidad.

En agosto de 2011, la multinacional estadounidense había anunciado aportes por u$s 2.500 millones para aumentar la capacidad de molienda de caña, de los actuales 21 millones de toneladas a 30 millones de tn.

Desde entonces, iniciamos la expansión de la unidad Moema (San Pablo) y la implantación de una planta de cogeneración de energía a partir de bagazo de caña en la central Pedro Afonso (Tocantins), dijo Parente a Valor la semana pasada, durante la inauguración de la expansión de la terminal de Copersucar en Santos. Ambos proyectos están en curso y, según cálculos del mercado, demandarán recursos totales por R$ 350 millones.

El proyecto de expansión anunciado por la compañía preveía que la producción de etanol y azúcar de la empresa creciera 50% y sextuplicar la cogeneración de energía con bagazo de caña.

Parente dijo que las inversiones anunciadas en 2011 podrán concretarse solamente si la compañía consigue calcular la tasa de retorno. Pero esa proyección depende del precio del etanol y de la electricidad. Sin tener previsibilidad sobre la formación de precio de esos dos productos, no se puede proyectar el retorno, afirmó Parente.

El presidente de Bunge reconoció que el gobierno avanzó al anunciar algunas medidas para el sector, como la desgravación tributaria de la cadena. Pero la falta de transparencia regulatoria inviabiliza nuevas apuestas en esa área, dijo. Cuando anunciamos esas inversiones, en 2011, no estaba tan claro que se daría continuidad a esa política de precio de la nafta en las estaciones de servicio.

Para este ciclo 2013/2014, las ocho plantas de la multinacional procesarán cerca de 20 millones de toneladas de caña de azúcar, acercándose a la capacidad instalada de la empresa, de hasta 21 millones de toneladas. En caso de confirmarse, el crecimiento de la molienda será 17% superior a las 17 millones de toneladas procesadas en la temporada 2012/2013.

En el pasado ciclo, las unidades de producción de caña de azúcar de Bunge destinaron 44% del caldo de caña a fabricar azúcar y 56% para etanol, lo que significó una producción de 952 millones de toneladas de la commodity y 779 millones de litros de etanol.

Brasil es la plataforma más importante de producción de azúcar y etanol de la multinacional estadounidense. Tenemos algunas participaciones minoritarias en plantas de etanol de maíz en Estados Unidos, pero en Brasil concentramos la mayor parte de nuestro negocio, dijo Parente.

Este año, la multinacional también hizo su primera apuesta en biodiesel en el país. En marzo, inauguró una fábrica de biocombustibles en Nova Mutum (Mato Grosso), donde la empresa cuenta con una unidad de procesamiento de soja. Invirtió cerca de R$ 60 millones en la unidad, que producirá inicialmente 150.000 metros cúbicos de biodiesel por año a partir de aceite de soja. La expectativa de la compañía es duplicar ese volumen en los próximos años.

En el último trimestre cerrado el 31 de marzo, Bunge, que tiene capital abierto en la bolsa de Nueva York, registró un lucro operativo de u$s 260 millones, de los cuales la división de azúcar y bioenergía representó u$s 23 millones (ante un perjuicio operativo de u$s 33 millones en el mismo trimestre anterior).

El ingreso líquido de ese negocio en el trimestre en cuestión alcanzó u$s 1.113 millones, 26% de aumento en relación al mismo trimestre del año anterior. En volúmenes, la compañía vendió 2,3 millones de toneladas de productos, entre azúcar y etanol, en torno de 1 millón de tn más que las negociadas en igual período del año pasado.