

La caída de las tarifas de energía y la vuelta a la normalidad de la trayectoria de los alimentos tras el shock de commodities serán los principales puntos de alivio para la inflación de este año, pero el ndice de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) seguirá en alrededor de 5,5%.
Como contrapartida, economistas indican otras presiones que mantendrán el indicador por encima del centro de la meta de 4,5%: reajuste de los precios de la nafta y del colectivo urbano, el fin del impacto deflacionario de las desgravaciones fiscales para bienes durables y la resistencia de los servicios, que, en el mejor de los escenarios, se mantendrán prácticamente estables en relación al año pasado.
Los gastos con energía tienen peso de 3,3% en la composición del IPCA, mientras la nafta representa 3,87% del indicador. Con la reducción anunciada de 16% en el precio de las cuentas de luz, el impacto de la caída de energía en el índice será de 0,53 punto porcentual. Un reajuste de 10% en las distribuidoras de nafta, como estiman los economistas, llegaría más bajo a los puntos de abastecimiento, en torno de 5%, lo que agregaría entre 0,20 y 0,30 punto porcentual al IPCA.
Como el recorte en las cuentas de luz será más fuerte que el aumento de la nafta, el efecto a la baja de la inflación terminará predominando.
Responsable por casi 35% del IPCA, el grupo de servicios, formado por ítems como empleados domésticos, alquiler y mensualidades escolares, habría cerrado 2012 con una suba de 8,4%, dijo Thiago Curado, de Tendencias Consultora. Es un nivel muy cercano al proyectado para 2013, de 8,6%.
Curado cree que los servicios podrían haber perdido más aliento en respuesta a la desaceleración de la actividad, si no fuera por el reajuste nominal de 14% en el salario mínimo, concedido el año pasado, importante formador de precios en el sector. En 2013, la corrección del mínimo será menor, de 9%, pero, por otro lado, la dinámica de recuperación económica coloca la perspectiva de aumentos en servicios menos indexados, como los personales.
Para Daniel Moreli Rocha, superintendente de tesorería del Banco Indusval & Partners (BI&P), la reacción de la actividad mantendrá el desempleo en los mínimos históricos, lo que presiona salarios y favorece traspasos de aumentos de costos en los precios de servicios.
La inercia inflacionaria, con el IPCA subiendo 5,5% el año anterior, también indica que habrá un mayor aumento en los servicios, de acuerdo a Moreli Rocha, como la suba de 7,8% del ndice General de Precios -Mercado (IGP-M) en 2012, principal referencia para alquileres, que sufrió influencia del shock de granos. El economista espera que la inflación en el segmento de servicios llegue a 9% en 2013, superior al 8,5% previsto para 2012.
Aunque con menor relevancia que los servicios en el IPCA, Elson Teles, de Itaú Unibanco, afirmó que los bienes durables serán otro grupo con impacto de alza en la inflación. A pesar de que la reducción del Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI) para automóviles y línea blanca se prorrogue a lo largo de todo el año, el efecto de baja proporcionado por el inicio de la vigencia del descuento quedó atrás, según Teles.
El analista calcula que el impuesto más bajo para autos sacó 0,4 punto porcentual del IPCA de 2012, lo que no se repetirá este año. Eso presionará al grupo de transportes, junto con los reajustes en colectivos urbanos, que fueron inhibidos en 2012 por el ciclo electoral.
Thiago Carlos, de Link Investimentos, proyecta subas en el transporte público, este año, en 9 de las 11 capitales en las que el IBGE levanta precios, el mismo número observado en 2012. Sin embargo, con mayor peso en el indicador, de 31,6%, San Pablo quedó fuera de la lista el año pasado.
Como el boleto tendrá un reajuste de 8%, Carlos estimó que el ítem autobús urbano avanzará 7,3% en el IPCA de 2013, ante 5,5% el año pasado. En otras regiones metropolitanas, el aumento del gasoil en las refinerías puede aumentar los reajustes en relación a los concedidos el año pasado.










