Tras el segundo año consecutivo en que la economía brasileña perdió aliento, y el mercado de trabajo caminó en sentido contrario, economistas esperan que el desempleo permanezca en niveles históricamente bajos en 2013, lo que permitirá robustas ganancias de renta.

En 2012, a pesar de que el Producto Bruto Interno (PBI) cierre el año con un crecimiento cercano al 1%, el total de personas ocupadas en las seis regiones metropolitanas del país aumentó 3,6%. En noviembre, 55,3% de las personas con diez o más años de edad en Brasil estaban trabajando, porcentaje record para cualquier mes de la serie actual del Sondeo Mensual de Empleo (PME) del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), que se inició en 2002.

Sin embargo, los expertos afirman que el momento favorable para la creación de puestos de trabajo y el avance de los salarios parece estar cercano al máximo alcanzable, a pesar de la dinámica de recuperación proyectada para el año próximo. La tasa de desempleo, que cerraría 2012 en el nivel de 5,5%, continuaría retrocediendo, pero a un ritmo mucho más lento que el observado en los últimos diez años. En 2002, la tasa promedio de desempleo fue de 11,6%.

Según analistas, refuerzan esa expectativa la oferta más baja de mano de obra disponible, la pérdida del ímpetu de la formalización, que alcanza 49% de los empleos en la iniciativa privada en las seis principales regiones metropolitanas del país, y el expresivo número de ocupados en la economía.

Daniel José Marques no sintió que la economía se debilitara, y al contrario vio su rendimiento mensual subir de R$ 800 a R$ 1.200 entre 2011 y 2012. En noviembre del año pasado, el joven de 21 años decidió dejar nuevamente Itapetininga, su ciudad natal en el estado de San Pablo, en busca de un trabajo mejor en la capital. Vivía en San Pablo desde el año 2000 e intentó volver al interior, pero permaneció solo por algunos meses. Los empleos allá están en el área de producción, funciones que cansan mucho, dijo.

A finales de 2011, Marques fue contratado para trabajar en la cadena de comida rápida China House y, seis meses después, período en que recibió diez propuestas para desempeñarse como auxiliar de cocina y en telemarketing, áreas en las que tenía alguna experiencia, consiguió un ascenso como gerente de la unidad de la franquicia, en el barrio Parque Sao Domingos. Actualmente, la red de fast food chino tiene 47 vacantes, distribuidas entre el sector de atención, producción, servicio de entrega y gerencia. Tenemos muchas vacantes. Hay personas que se presentan, pero se quedan más o menos una semana y después no vienen más. A veces parece que prefieren estar desempleados antes que trabajar, afirmó Marques.

Recién recibida en marketing, Ana Carolina Souza, de 29 años, también sintió las oportunidades en el mercado de trabajo en 2012. Al cambiar su empleo anterior en una red de hoteles, donde estuvo dos años, por un puesto de ejecutiva de cuentas en Ramada Jardins, su salario aumentó cerca de 50%. El sector de hotelería tiene mucho movimiento, contó Souza, que recibió una propuesta de la empresa en la que trabajaba para quedarse, pero la rechazó. A lo largo del año, la joven fue tentada por otra red, pero tampoco aceptó.

Para Joao Saboia, profesor de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ), la tasa de expansión del PBI necesaria para mantener el mercado de trabajo en movimiento no es tan alta en Brasil como en otros países.

Ese descompás se explicaría por factores como la transición demográfica -la población creció a un ritmo más débil, y ese movimiento atenúa aumentos del desempleo-, y el mayor peso de los servicios en la creación de puestos de trabajo, sector que emplea 30% de la población ocupada (sin considerar comercio y sector público), y que, por tener baja productividad, absorbe un gran contingente de mano de obra con menor calificación.

Para Saboia, que el desempleo retroceda, aunque en un ambiente de desaceleración económica, no llega a ser una sorpresa. En 2013, año para el que se espera una expansión de 3,3% del PBI, según el consenso del mercado, la expectativa del profesor es que el mercado de trabajo siga contratando, pero sin espacio para caídas acentuadas en la tasa de desocupación.