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Nueva York enfrenta una crisis ambiental inédita con el otoño más seco en más de un siglo.
Durante un mes que normalmente trae lluvias abundantes, octubre no ha registrado precipitaciones, aumentando el riesgo de incendios forestales y manteniendo a la ciudad en un peligroso estado de sequía extrema.
Un otoño alarmante y sin lluvias en Nueva York
Con solo 1.58 pulgadas de lluvia acumulada desde septiembre, el otoño de 2024 en Nueva York se perfila como el más seco en 143 años. Este déficit hídrico, combinado con temperaturas récord y baja humedad, ha llevado al Servicio Meteorológico Nacional (NWS-NY) a declarar un estado de alerta para Nueva York.
Las condiciones en la región triestatal han resultado en un clima cálido y sin lluvias, lo que mantiene encendido el peligro de incendios en áreas como el valle del Hudson, la ciudad de Nueva York y Long Island.

Alerta meteorológica: riesgo de incendios y sequía en Nueva York
El Departamento de Conservación Ambiental (DEC) ha advertido sobre el incremento del riesgo de incendios, y gran parte de la región está clasificada como "anormalmente seca".
La combinación de cielos despejados y alta presión ha mantenido al noreste de Estados Unidos en una situación crítica. En el estado de Nueva York, las áreas urbanas y rurales están en alerta, lo que ha llevado a las autoridades a pedir a la población extremar precauciones.

Cambios climáticos atípicos y fenómenos inusuales
La persistente sequía ha dado pie a fenómenos sorprendentes como la aparición de auroras boreales, algo inusual en esta época y latitud.
Además, el sistema de alta presión que afecta al noreste intensifica el "verano de otoño", un fenómeno donde el calor y la sequía persisten mucho más allá de la temporada estival.

Las autoridades y expertos en meteorología recomiendan a los neoyorquinos estar atentos y tomar medidas preventivas en medio de esta alarmante crisis.












