

En un mundo donde los escenarios de confrontación global suelen ubicarse en Europa del Este o en Medio Oriente, la atención se traslada cada vez más hacia América Latina, una región que hasta ahora ha sido considerada un patio trasero diplomático y estratégico.
Sin embargo, las dinámicas geopolíticas, militares y económicas actuales indican que la guerra global de este siglo podría encontrar su chispa en el hemisferio occidental.
Ni Europa ni Medio Oriente: la Tercera Guerra Mundial puede estallar en este continente
Entre la intensificación de la presencia militar de Estados Unidos en el Caribe, el crecimiento del alineamiento de ciertas naciones latinoamericanas con potencias como China o Rusia, y los viejos reclamos limítrofes y de recursos naturales, América Latina se perfila como un escenario en el que un incidente regional podría escalar hacia un conflicto de alcance mundial.
Asimismo, hay señales concretas de militarización. Estados Unidos ha desplegado al menos siete buques de guerra, incluyendo destructores de misiles y submarinos nucleares, en aguas cercanas a Venezuela, lo que ha elevado el nivel de tensión en la región.

Las alianzas más temidas de América Latina
Aunque Estados Unidos conserva ventaja militar y económica en América Latina, China y Rusia han logrado avances sustantivos en lo diplomático, comercial e infraestructura en la región.
Estados Unidos opera mediante redes de seguridad, convenios de cooperación, acuerdos de base o uso de instalaciones, y también mediante alianzas tradicionales como el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) firmado en 1947.
Las alianzas chinas tienden a tener componente económico y diplomático, más que militar explícito, y los países latinoamericanos suelen alinearse con China en términos de desarrollo, comercio y diversificación de sus relaciones.
Rusia, por su parte, mantiene alianzas más acentuadas con regímenes ideológicamente afines o que reclaman un rol alternativo frente a Estados Unidos, como Venezuela, Cuba y Nicaragua.













