

En esta noticia
Desde construcciones monumentales hasta paisajes naturales imposibles, cada maravilla turística encierra una historia que fascina al viajero y proyecta al mundo la riqueza de un territorio.
En el corazón de América Latina, más precisamente en Chile, se encuentra la piscina más larga del mundo. Esta imponente construcción ya cuenta con un récord Guinness y es un símbolo de ingeniería chilena, sostenibilidad y lujo costero.
La piscina más grande del mundo está en Chile: cómo es
Ubicada en el exclusivo resort San Alfonso del Mar, en la ciudad costera de Algarrobo, Chile, se encuentra una de las maravillas turísticas e ingenieriles más impresionantes del planeta.
Se trata de la piscina más larga del mundo, un coloso artificial de agua cristalina que se extiende a lo largo de más de un kilómetro de longitud frente al Océano Pacífico.
Este complejo ha convertido a Algarrobo, un tradicional balneario a 90 kilómetros de Santiago, en un destino icónico para viajeros internacionales, fusionando lujo, arquitectura sustentable y paisajes naturales únicos.

Los puntos clave de la piscina más grande del mundo ubicada en Chile
Reconocida por el Libro Guinness de los Récords, la piscina del San Alfonso del Mar Resort ostenta el título de “la piscina más larga del mundo” desde su inauguración en 2006.
Sus impresionantes dimensiones son:
- 1.013 metros de largo
- Más de 250 millones de litros de agua
- Cubre una superficie de 20 hectáreas, el equivalente a 6.000 piscinas domésticas
Cómo funciona esta increíble maravilla acuática
El diseño fue desarrollado por la empresa chilena Crystal Lagoons, fundada por el bioquímico Fernando Fischmann, quien creó una tecnología patentada que permite mantener grandes cuerpos de agua en estado cristalino con un uso mínimo de productos químicos y energía.
A diferencia de una piscina tradicional, el sistema de San Alfonso del Mar extrae agua directamente del Océano Pacífico, la filtra, desaliniza parcialmente y la mantiene en constante circulación mediante un complejo sistema computarizado.
Gracias a esta innovación, el agua conserva un color turquesa transparente durante todo el año, con temperaturas que rondan los 26 °C, mucho más cálidas que las del mar chileno.













