

Elon Musk anunció que financiará campañas contra legisladores republicanos que respaldaron el "One Big Beautiful Bill" y evalúa lanzar un nuevo partido político. La iniciativa busca debilitar la estructura de poder del expresidente Donald Trump y disputar el voto conservador de cara a 2026.
En respuesta, Trump lanzó ataques personales, sugirió que Musk debería ser investigado por el gobierno federal e incluso deslizó que su estatus migratorio podría ser revisado.
Guerra política: Elon Musk financiará a otros partidos para vencer a Trump
El empresario manifestó su rechazo al paquete legislativo aprobado por la Cámara de Representantes, que incluye recortes fiscales y restricciones a programas sociales y energías limpias. En ese marco, confirmó que destinará recursos para apoyar a candidatos opositores dentro de las primarias republicanas.
Además, Elon Musk aseguró estar dispuesto a impulsar una nueva fuerza política, definida como una alternativa para los votantes moderados que no se identifican con el oficialismo ni con el Partido Demócrata. La iniciativa buscaría captar el voto independiente y reconfigurar el mapa electoral.

Por su parte, el expresidente acusó a Musk de beneficiarse históricamente de subsidios federales y amenazó con revocar contratos gubernamentales vinculados a sus empresas. También deslizó que agencias estatales deberían investigar sus operaciones.
En tono provocador, Trump sugirió que podría revisarse el estatus migratorio del empresario, originario de Sudáfrica. El cruce marca una ruptura definitiva entre dos figuras clave del espacio conservador.
Elon Musk quiere terminar con el "bipartidismo" político en EE.UU.
Musk considera que existe un sector amplio del electorado que no se siente representado por el sistema bipartidista. El eventual "America Party" se orientaría a ese público, con énfasis en políticas tecnológicas, eficiencia estatal y libertades individuales.

No obstante, especialistas advierten que la conformación de una tercera fuerza viable enfrenta obstáculos estructurales. La historia electoral estadounidense muestra que los intentos de romper el bipartidismo rara vez logran consolidarse a nivel federal. "Nuestro país necesita una alternativa al unipartidismo demócrata-republicano para que la gente realmente tenga voz", señaló Musk.















