

La familia real británica enfrenta una creciente crisis interna debido a la decisión del rey Carlos III de retirar la seguridad de su hijo, el príncipe Harry, tras renunciar a sus deberes reales en 2020. Esta medida ha generado tensiones dentro de la monarquía.
Harry ha señalado que la eliminación de su protección en el Reino Unido fue un intento de presionarlo para que regrese a la vida institucional, afirmando que "sus peores miedos fueron confirmados", en una reciente entrevista. A su vez, expresó su preocupación por la seguridad de su vida y la de su familia tras esta decisión.
El príncipe lleva más de tres años luchando legalmente para recuperar su protección policial, considerándola esencial para su bienestar y el de su familia. En una audiencia reciente, Harry admitió sentirse "agotado" por el proceso.

¿Por qué se retiró la seguridad del príncipe Harry y de su familia?
Harry sostiene que la retirada de su protección fue una maniobra para hacerle más difícil y peligrosa su estancia en el Reino Unido y así obligarlo a regresar a la vida institucional.
A pesar de sus esfuerzos, el príncipe perdió el caso en febrero de 2024. El juez dictaminó que la decisión de retirar su seguridad no fue injusta.
Desde Buckingham Palace se ha aclarado que no tuvieron influencia en la medida. Fuentes cercanas al palacio aseguran que el comité encargado de los asuntos de seguridad no incluía a Sir Clive Alderton, secretario privado del rey, cuando se adoptó la decisión hace cinco años.
Sin embargo, Harry cree que su padre, el rey Carlos III, pudo haber intervenido para cambiar el rumbo de la decisión.

El quiebre de la familia real y sus repercusiones a futuro
El conflicto de la familia real con el príncipe Harry va más allá de la cuestión de la seguridad. También refleja un distanciamiento emocional con sus seres más cercanos.
Aunque se reunió con su padre en febrero de 2024, después del diagnóstico de cáncer de Carlos, se estima que no se han vuelto a encontrar desde entonces.
Además, sigue sin mantener contacto con su hermano, el príncipe William, lo que subraya la creciente fractura familiar dentro de la monarquía. La relación entre los dos ha sido tensa desde la salida de Harry y Meghan de sus funciones reales.
La apelación de Harry está en manos de la Corte, y el fallo sobre el caso se espera para después de Pascua. La decisión no solo afectará su relación con la monarquía, sino que podría tener consecuencias más profundas a largo plazo.











