

Una modificación obligatoria se acerca para todos los residentes de Estados Unidos. La medida está prevista en todo el territorio nacional y traerá consigo un cambio que afecta desde la rutina diaria hasta el funcionamiento de servicios públicos y privados. La fecha ya fue definida, pero solo aplicará durante una madrugada específica, y omitirla puede provocar más de un contratiempo.
El cambio de hora afecta a la mayoría de los estados del país, con excepciones como Hawái y la mayor parte de Arizona, que no participan en esta práctica. Es importante que los ciudadanos recuerden ajustar manualmente sus relojes analógicos.
¿Por qué es importante volver las agujas del reloj?
El horario de verano fue implementado para aprovechar mejor la luz solar durante los meses más cálidos, extendiendo las horas de luz por la tarde. Al finalizar este período en noviembre, se retorna al horario estándar para adaptarse a las condiciones de luz natural del invierno.

Este cambio tiene implicancias en diversos aspectos de la vida cotidiana, incluyendo los horarios laborales, escolares y de transporte. Además, estudios han mostrado que puede influir en los patrones de sueño y en la salud general de las personas.
Adiós a la hora de verano: ¿Cuándo hay que volver a mover las agujas del reloj?
Estados Unidos dejará atrás el horario de verano durante la madrugada del domingo 2 de noviembre de 2025. A las 2:00 a.m. en punto, los relojes deberán atrasarse una hora, lo que marcará oficialmente el inicio del horario estándar de invierno. En la práctica, eso significa que esa noche se podrá dormir una hora más.
Este cambio aplica en casi todo el país, con excepciones como Hawái y la mayor parte de Arizona, donde no se utiliza el horario de verano. En todos los demás estados, se recomienda verificar que los dispositivos digitales actualicen la hora automáticamente, y ajustar manualmente los relojes analógicos o de pared.
¿Qué ocurre si no ajusto la hora de mis relojes?
Si no se ajusta la hora correctamente, los errores pueden empezar temprano: desde llegar tarde a una reunión hasta perder conexiones de transporte o incumplir citas médicas. Aunque muchos smartphones y computadoras lo hacen de forma automática, los relojes analógicos o electrónicos antiguos deben modificarse manualmente.

Además del impacto logístico, existe también una dimensión física: especialistas en salud afirman que incluso una hora de diferencia puede afectar el ritmo circadiano, generando somnolencia, falta de concentración y cambios en el apetito durante los días posteriores al cambio.















