Crecen las críticas al Servicio Secreto por el ataque a Donald Trump: ¿Cómo protegen a los presidentes en Estados Unidos?
Tras el atentado contra el ex presidente de Estados Unidos, la agencia encargada de protegerlo está en el ojo de las críticas. Así funcionan en eventos como el de Pensilvania.
Tras el ataque a Donald Trump en Pensilvania, un manto de dudas se posan sobre el Servicio Secreto y su trabajo cuidando a los presidentes y ex presidentes de Estados Unidos. Mientras surge información de otros posibles atentados, las agencias se reparten culpas respecto a este tema.
En ese sentido, aquí están los pasos que debe tomar el Servicio Secreto a la hora de trabajar en un evento como el de Pensilvania.
Cómo cuida el Servicio Secreto a los presidentes de Estados Unidos
El Servicio Secreto de Estados Unidos arma planes detallados y multifacéticos para proteger a los presidentes y ex presidentes en actos públicos. Este proceso comienza con el despliegue de un equipo de avanzada que inspecciona el lugar del evento y se reúne con el personal del candidato varios días antes del mismo.
El equipo evalúa las vulnerabilidades del sitio, determina los recursos necesarios y establece los perímetros de seguridad, que se dividen en zonas internas, medias y externas, asignando agentes y fuerzas del orden locales a cada área específica. Durante el evento, el Servicio Secreto despliega francotiradores que realizan evaluaciones detalladas del lugar, marcando líneas de visión y ángulos de tiro para neutralizar posibles amenazas.
Estos agentes están equipados con rifles personalizados y pueden actuar sin necesidad de autorización previa si identifican una amenaza inmediata para la vida. Además, se realizan varios recorridos del lugar antes del evento para asegurar que el plan de protección sea sólido y todos los involucrados comprendan sus responsabilidades.
Duras críticas al Servicio Secreto por el ataque a Donald Trump
Tras el intento de asesinato en el mitin de Trump, surgieron fuertes críticas hacia el Servicio Secreto por parte de expertos en seguridad y políticos. El Servicio Secreto inicialmente culpó a las autoridades locales, mientras que funcionarios de Butler Township defendieron a sus policías, quienes fueron los primeros en confrontar al atacante.
La crítica se centró en la aparente falta de medidas preventivas adecuadas, a pesar de que el edificio había sido identificado como una vulnerabilidad. Un exagente del Servicio Secreto sugirió a NBC que podrían haberse implementado alternativas, como cubrir el edificio o cambiar la ubicación del mitin, para bloquear la línea de visión del atacante.
Como respuesta a estos fallos, el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes citó a la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, para testificar en una audiencia, y el Departamento de Seguridad Nacional anunció una revisión del proceso de seguridad implementado para el evento. La directora Cheatle se comprometió a realizar cambios en las políticas del Servicio Secreto si fueran necesarios, basados en una revisión interna. Se anticipa que estos cambios incluirán la expansión de los perímetros de seguridad y un aumento en el personal, asegurando que las lecciones aprendidas del incidente conduzcan a mejoras significativas en la protección de futuros eventos de campaña.