Trump va a deportar más de 1.000.000 de inmigrantes tras el triunfo en las elecciones: ¿quiénes serán los afectados?
El Presidente cuenta con el respaldo de un Senado republicano. ¿Puede llevar a cabo su plan?
Donald Trump ha sido elegido como el 47.º presidente de los Estados Unidos tras imponerse a la candidata demócrata Kamala Harris. Su retorno a la Casa Blanca, tras un periodo de cuatro años fuera del cargo, abre interrogantes sobre si cumplirá sus promesas de campaña, entre las que destaca una política de deportación masiva de inmigrantes sin estatus legal.
Con el Senado dominado por una mayoría republicana de 52 escaños, Trump cuenta con un respaldo clave en la cámara alta. Sin embargo, la Cámara de Representantes aún sigue sin definición, aunque los republicanos mantienen una ventaja con 193 asientos, acercándose a los 218 necesarios para alcanzar el control.
Durante su campaña, el equipo de Trump evitó precisar cuántos migrantes serían deportados. No obstante, su compañero de fórmula y vicepresidente electo, JD Vance, dio una cifra contundente: un millón de personas, afirmando que "ahí fue donde Kamala Harris falló", y que el nuevo gobierno tomará acciones en esa dirección.
Esta propuesta se ha presentado bajo el lema de "¡Deportaciones masivas, ahora!", y plantea una serie de desafíos tanto legales como logísticos, según advierten expertos en migración.
Trump quiere realizar una deportación masiva: los desafíos legales y logísticos
El plan de Trump para realizar deportaciones a gran escala enfrenta múltiples obstáculos. Según el Departamento de Seguridad Nacional, existen aproximadamente 11 millones de migrantes indocumentados en el país, y los expertos señalan que muchos de ellos han vivido en Estados Unidos durante al menos una década.
Además, los migrantes en situación irregular tienen derecho a un proceso judicial antes de ser deportados, lo cual ralentizaría cualquier iniciativa masiva. Los tribunales de inmigración ya enfrentan serios retrasos, por lo que un incremento en las deportaciones supondría un colapso en el sistema.
A nivel local, las llamadas "ciudades santuario" en Estados Unidos complican la cooperación entre las policías locales y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), lo que añadiría trabas a las deportaciones.
Kathleen Bush-Joseph, del Instituto de Políticas de Migración, afirma que la colaboración local es fundamental para lograr un operativo de esta magnitud.
¿Cuál es el costo humano y económico de esta medida?
El plan de deportaciones de Trump también implicaría un alto costo humano, con el riesgo de separación de familias y redadas en comunidades y lugares de trabajo en todo el país. Expertos calculan que el costo total de una operación de esta envergadura rondaría los 100 mil millones de dólares, muy superior al presupuesto actual del ICE.
Además, Trump prometió contar con el apoyo de la Guardia Nacional y otros cuerpos militares para reforzar los operativos en la frontera y dentro del país, lo cual supone un aumento significativo en los costos operativos.
Las implicaciones políticas de la propuesta
El retorno de Trump a la presidencia con una política de inmigración aún más estricta genera dudas sobre su viabilidad política y social. Expertos advierten que las imágenes de deportaciones masivas y de familias afectadas podrían influir negativamente en la opinión pública.
"Ver a personas siendo expulsadas afectará a muchas comunidades y podría tener repercusiones en la imagen de su gobierno", indicó Adam Isacson, de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA).
Aunque no es la primera vez que se implementa una política de deportación masiva, los especialistas consideran que replicar programas de pasado, como la Operación Espaldas Mojadas de 1954, resulta prácticamente imposible en la actualidad debido a las complejidades legales y sociales del contexto migratorio actual.