Los 2 países latinos que se convirtieron en "agujeros negros" para los migrantes deportados de Estados Unidos
Miles de migrantes deportados desde Estados Unidos se ven atrapados en un ciclo de incertidumbre y miedo.
La crisis migratoria en América Central se ha intensificado en los últimos meses, a medida que miles de migrantes deportados desde Estados Unidos se ven atrapados en un ciclo de incertidumbre y violaciones de derechos humanos. Dos países de Latinoamérica, Panamá y Costa Rica, se han convertido en los puntos de destino para aquellos migrantes que, tras ser expulsados de EE.UU., terminan en "agujeros negros" a causa de la violación de derechos que se ven obligados a enfrentar.
Ambos gobiernos han adoptado políticas que incluyen el aislamiento, la confiscación de pasaportes y teléfonos, y la negativa a brindar asistencia legal, lo que ha generado una gran alarma entre organizaciones internacionales.
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Estas medidas han transformado a Panamá y Costa Rica en lo que muchos han denominado "agujeros negros" para los migrantes deportados, en un contexto de creciente tensión y violación de derechos.
Las restricciones y el aislamiento que viven los migrantes de USA en Panamá y Costa Rica
Según un artículo de AP News, en los últimos meses, los países de Panamá y Costa Rica han generado gran preocupación entre los defensores de los derechos humanos debido al trato que brindan a los migrantes deportados de Estados Unidos.
Ambas naciones han adoptado medidas estrictas que incluyen:
- Confiscación de pasaportes y teléfonos móviles
- Negación de asistencia legal
- Traslados forzosos a zonas remotas
Estas acciones se han implementado en un intento por manejar el creciente flujo de personas que ahora se dirige hacia el sur, a raíz de las deportaciones masivas en Estados Unidos impulsadas por la administración Trump. Estas políticas están siendo cuestionadas por su falta de transparencia y por las condiciones de aislamiento que imponen a los deportados.
La situación de los migrantes en estos países latinos, que en otras épocas fueron solo puntos de tránsito, se ha complicado enormemente.
Ahora, Panamá y Costa Rica se han convertido en lo que algunos han denominado "agujeros negros" para los migrantes deportados. Las organizaciones internacionales exigen un trato más humano y respetuoso con los derechos fundamentales de las personas afectadas.
"Somos un reflejo de la política migratoria actual de Estados Unidos. No hay visión de derechos humanos, solo hay una visión de control y seguridad. Todo es muy turbio. Todo es muy poco transparente", dijo el profesor de ciencias políticas y experto en refugiados de la Universidad de Costa Rica, Harold Villegas Román.
Agujeros negros para migrantes: Panamá y Costa Rica culpan a la crisis de Estados Unidos
Las autoridades de Panamá y Costa Rica han defendido sus políticas como una medida para evitar que los migrantes caigan en manos de traficantes de personas.
Sin embargo, estas restricciones impiden a los migrantes comunicarse con sus familiares o buscar asesoría legal, junto con la falta de acceso a información sobre su destino, ha generado un clima de incertidumbre y angustia entre ellos.
Incluso, varios deportados han sido trasladados a campamentos remotos sin haber sido informados adecuadamente sobre sus derechos o los procesos legales que podrían seguir.
Human Rights Watch y otras organizaciones defensoras de los derechos humanos han señalado que tanto Panamá como Costa Rica han violado derechos fundamentales al impedir que los migrantes accedan a asistencia jurídica y a servicios básicos.
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A pesar de las justificaciones oficiales, la falta de transparencia en el manejo de estos casos sigue siendo una de las principales preocupaciones, con muchos migrantes describiendo la situación como una especie de "agujero negro" del que no pueden salir.