

Un país latino tomó una decisión que puede cambiar el rumbo de los migrantesdeportados de Estados Unidos durante el gobierno de Donald Trump. Costa Ricaconcederá un permiso especial por 3 meses a algunos de los afectados, y se les permitirá moverse libremente dentro del país.
El permiso especial para los migrantes deportados surge tras una fuerte presión legal y llega luego de una demanda por parte de abogados de derechos humanos, que denunciaron la situación en la que vivían decenas de menores en un campamento fronterizo. Aunque no hay cifras oficiales, se espera que los niños estén entre los primeros beneficiados con esta decisión.
Costa Rica concederá un permiso especial por razones humanitarias a migrantes deportados de Estados Unidos
Según informó Los Angeles Times, los permisos permitirán a ciertos migrantes deportados por Donald Trump en Estados Unidos permanecer legalmente en Costa Rica durante 90 días. El permisoespecial no incluye la autorización para trabajar, lo que deja a muchas familias en una situación incierta mientras intentan conseguir asilo o una salida hacia otro destino.
Los migrantes deportados fueron enviados desde Estados Unidos a Costa Rica y Panamá en el marco de las políticas impulsadas por Donald Trump, quien reforzó las deportaciones como parte de su agenda migratoria. Muchos de ellos quedaron detenidos durante meses en una antigua fábrica convertida en campamento, cerca de la frontera con Panamá.

Origen de los migrantes alcanzados por la normativa
Afganistán
Rusia
China
Pakistán
India
Otros
Migrantes deportados de Estados Unidos por Donald Trump no tienen derecho a trabajar en el país latino
Aunque este permiso especial para migrantes de Estados Unidos es un alivio frente al encierro, sigue sin resolver aspectos esenciales. La abogada Silvia Serna Román, quien presentó la denuncia ante las Naciones Unidas, advirtió que los beneficiarios del permiso no podrán trabajar, lo cual dificulta seriamente su permanencia.
"Si tienes hijos y no te permiten trabajar, ¿cómo puedes sobrevivir?", señaló.

El proceso de deportación desde Estados Unidos empujó a estos migrantes hacia un limbo del que todavía no encuentra salida. Tanto Costa Rica como Panamá han sido criticados por organismos humanitarios por las condiciones en que han mantenido a estas personas durante meses. En el caso panameño, incluso se dejó a muchos en las calles sin asistencia, al liberarlos sin plan de apoyo alguno.
Aunque Costa Rica intenta dar un paso hacia un trato más humano, los límites del permiso complican la situación de los migrantes deportados por Donald Trump.











