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Estados Unidos analiza una medida nacional que podría modificar de forma estructural el acceso y la administración de los números del Seguro Social, especialmente para quienes no han alcanzado cierta edad.
La posibilidad de que la Administración del Seguro Social (SSA) implemente cambios obligatorios genera interrogantes sobre cómo afectaría a las familias, los trámites y la protección de datos personales.
La iniciativa toma fuerza en un contexto de aumento de fraudes y vulnerabilidades que afectan a menores. Legisladores impulsan una reforma que pretende cerrar brechas en el sistema actual y reforzar la seguridad.
¿Qué propone la medida nacional para nuevos números del Seguro Social en menores?
Un nuevo proyecto federal, llamado Ley de Protección Infantil del Seguro Social busca que la Administración del Seguro Social entregue nuevos números del Seguro Social de manera obligatoria a todas las personas menores de 14 años cuando su tarjeta haya sido perdida o robada durante el envío postal. Actualmente, la agencia solo reemplaza el número si ya hubo un caso de fraude confirmado.
¿Por qué cambiar el sistema actual?
- Según el congresista Lloyd Smucker, cada año se extravían números de menores durante el correo, quedando expuestos a estafadores.
- Un informe de Javelin Strategy y Research reveló que 915.000 niños fueron víctimas de fraude de identidad en 2022, con costos promedio de u$s 1.128 por familia y más de 16 horas para resolver cada caso.
¿Por qué la SSA quiere aplicar esta obligación y a quiénes alcanzaría?
Los legisladores sostienen que muchos jóvenes descubren años después que su número fue comprometido, lo que genera problemas al solicitar empleo, crédito o beneficios públicos. La reforma apunta a evitar este escenario y ofrecer una respuesta preventiva.
Smucker afirmó que el proyecto es una “solución simple para proteger a los niños”, al establecer un reemplazo automático antes de que ocurra un fraude. De aprobarse, la obligación regiría para todos los menores de 14 años, creando un nuevo estándar nacional para resguardar la identidad infantil y reducir el riesgo de robo de datos.