

El sector de la defensa en Estados Unidos atraviesa un auge sin precedentes. Impulsada por la modernización militar, la guerra en Ucrania y la percepción de una amenaza global creciente, la industria armamentística ha consolidado su dominio mundial, generando ganancias récord y convirtiendo a la seguridad en un “activo refugio” para los inversores.
Según la consultora PwC, los ingresos totales por la venta de armas y servicios militares de las 100 principales empresas a nivel global crecieron un 5.9% el año pasado, alcanzando los $679,000 millones de dólares, la cifra más alta jamás registrada.
La superioridad de EE. UU. en este sector es clara. Los gigantes estadounidenses no solo lideran la lista, sino que han acaparado los primeros puestos:
- Seis de las diez principales empresas armamentísticas del mundo son de Estados Unidos.
- Además, las compañías estadounidenses ocuparon los tres primeros puestos del podio global.
Northrop Grumman subió un 13 % en el último año al mejorar su calificación crediticia gracias al incremento del gasto de la OTAN y de su apuesta por la seguridad en el espacio. Mientras, Lockheed (principal contratista del caza F-35) acumula este año pérdidas bursátiles del 17 % pese a haber logrado el pasado abril un contrato récord de 9.800 millones de dólares para fabricar misiles PAC-3 MSE. RTX sube alrededor de un 24 % este año, mientras que General Dynamics gana cerca de un 7 %, en línea con la tendencia general del sector
Este crecimiento se debe, en gran medida, a la expectativa de nuevos contratos y a los vastos programas de modernización militar. Grandes contratistas del Pentágono como Lockheed Martin, Raytheon, Boeing o Northrop Grumman son las principales beneficiadas del incremento del gasto de la OTAN.
Los inversores confían en las empresas de armamento y tecnología bélica
Las acciones de las compañías de defensa han mostrado un fuerte crecimiento, convirtiéndose en una apuesta segura en el mercado.
El fondo cotizado especializado ETF iShares U.S. Aerospace & Defense (ITA) ha registrado ganancias de cerca del 29% en lo que va de 2025. Este fenómeno ha llevado a S&P Global a catalogar a la seguridad como un “activo refugio para los inversores”. La inyección de capital en el sector es constante. Cuando el Gobierno invierte en áreas específicas de Defensa, las empresas de esos subsectores obtienen más contratos e ingresos, lo que impulsa sus cotizaciones.

La situación en Europa también ha contribuido al auge del sector. En el continente, los ingresos de las 23 principales empresas (excluyendo a Rusia) crecieron conjuntamente un 13%. Según los analistas, este aumento está directamente vinculado a la demanda derivada de la guerra en Ucrania y a la percepción de la amenaza rusa. De hecho, al menos el 65% de las empresas armamentísticas europeas han ampliado su capacidad de producción para hacer frente a esta nueva demanda.











