

Millones de beneficiarios del Seguro Social en Estados Unidos deben estar atentos este mes, ya que la Administración del Seguro Social (SSA) realizó un ajuste en el calendariode pagos de noviembre que modificará la fecha de depósito para algunos grupos.
Aunque el cambio no afectará a todos los beneficiarios, sí impactará directamente a quienes reciben el Ingreso Suplementario de Seguridad (SSI), un programa dirigido a personas mayores o con discapacidad que tienen ingresos limitados.
Cambia el Seguro Social: por qué algunos recibirán su dinero antes de lo previsto
La SSA confirmó que los pagos correspondientes a noviembre fueron adelantados al jueves 31 de octubre, debido a que el 1° cayó en fin de semana. Esto significa que los beneficiarios del SSI no recibirán otro depósito durante el resto del mes, y el siguiente pago llegará recién el lunes 1 de diciembre.

Este tipo de ajustes es común cuando las fechas de pago coinciden con feriados federales o fines de semana, pero cada modificación genera dudas entre los beneficiarios que dependen de estos fondos para cubrir sus gastos básicos.
Cómo quedaron las fechas de pago del Seguro Social en noviembre 2025
Para el resto de los beneficiarios, el calendario de pagos se mantiene según el cronograma habitual que establece la Administración del Seguro Social:
Personas que comenzaron a recibir sus beneficios antes de mayo de 1997, o que perciben SSI y Seguro Social, obtendrán su pago el lunes 3 de noviembre.
Quienes cumplen años entre el 1 y el 10 del mes recibirán el depósito el miércoles 12 de noviembre.
Los nacidos entre el 11 y el 20, el miércoles 19 de noviembre.
Finalmente, los beneficiarios con cumpleaños del 21 al 31 obtendrán el pago el miércoles 26 de noviembre.
Atención beneficiarios: aumento confirmado para 2026
Más allá del ajuste temporal, la SSA anunció una noticia positiva para los jubilados y beneficiarios: a partir de enero de 2026, los pagos mensuales se incrementarán un 2,8% gracias al ajuste por costo de vida (COLA).
El aumento, equivalente a unos 56 dólares adicionales por mes, busca compensar el impacto de la inflación en los hogares estadounidenses, especialmente en los sectores más vulnerables que dependen de los beneficios federales.














