Salud

Rubéola: cuáles son los síntomas de esta patología y de qué forma se puede evitar

Descubre qué síntomas presenta la rubéola rubéola, cuáles son las posibles causas, cómo se aborda y las maneras de evitarlo.

En esta noticia

Las patologías no transmisibles son la causa principal de muerte a nivel mundial, representando el 71% de los decesos anuales, según los datos compartidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Para reducir las probabilidades de desarrollar alguno de estas enfermedades, los especialistas recomendaron reducir los posibles factores de riesgo. Por ese motivo, es necesario conocer qué es la rubéola rubéola, cuáles son los síntomas y cuáles son los terapias posibles.

¿Qué es la rubéola rubéola?

Según explica el portal sobre salud Mayo Clinic, la rubéola, también conocida como sarampión alemán, es una enfermedad viral contagiosa que se caracteriza por una erupción cutánea y síntomas similares a los de un resfriado. Causada por el virus de la rubéola, esta enfermedad se transmite principalmente a través de las gotas respiratorias que se expulsan al toser o estornudar. Aunque suele ser leve en niños, puede tener complicaciones graves en mujeres embarazadas, incluyendo malformaciones congénitas en el feto.

La prevención de la rubéola se logra principalmente a través de la vacunación. La vacuna contra la rubéola se administra comúnmente en combinación con las vacunas del sarampión y las paperas, formando la conocida vacuna triple vírica. La inmunización ha reducido significativamente la incidencia de la enfermedad en muchas partes del mundo, aunque aún se registran brotes en áreas con baja cobertura vacunal.

¿Cuáles son los síntomas de la rubéola rubéola?

Los síntomas de la roséola incluyen:

- **Fiebre**: Comienza de forma repentina, generalmente alta (por encima de 103 °F o 39,4 °C) y puede durar de 3 a 5 días. Algunos niños pueden presentar también dolor de garganta, goteo nasal o tos, así como inflamación de los ganglios linfáticos del cuello.

- **Sarpullido**: Aparece una vez que la fiebre desaparece, consistiendo en manchas o parches pequeños y planos. Suele comenzar en el pecho, la espalda y el abdomen y luego se extiende al cuello, brazos, piernas y rostro. No provoca picazón ni dolor y puede durar desde horas hasta días, incluso puede aparecer sin fiebre previa.

Otros síntomas pueden incluir irritabilidad, diarrea leve, disminución del apetito y párpados hinchados.

¿Cómo saber si una persona tiene rubéola?

El diagnóstico de la rubéola se basa principalmente en la observación de los síntomas del paciente. Al inicio, estos síntomas pueden parecerse a los de otras enfermedades infantiles, como el sarampión, lo que puede dificultar la identificación temprana. Sin embargo, el sarpullido característico de la rubéola generalmente comienza en el pecho o la espalda, a diferencia del sarampión, que inicia en la cabeza.

Para confirmar el diagnóstico, en ocasiones se realiza un análisis de sangre. Este examen permite detectar la presencia de anticuerpos específicos contra el virus de la rubéola, lo que ayuda a diferenciarla de otras enfermedades con síntomas similares y a establecer un diagnóstico preciso.

¿Cómo prevenir y tratar la rubéola rubéola?

La rubéola, también conocida como sarampión alemán, no tiene un tratamiento específico, por lo que la prevención es clave. La mejor manera de proteger a los niños de esta enfermedad es a través de la vacunación. La vacuna contra la rubéola se administra generalmente en la infancia, como parte de la vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola), que es altamente efectiva y segura.

Si un niño presenta síntomas de rubéola, como fiebre leve y erupción cutánea, es importante consultar a un proveedor de atención médica. Aunque no hay medicamentos específicos para tratar la rubéola, se pueden administrar analgésicos de venta libre, como acetaminofén o ibuprofeno, para aliviar la fiebre y el malestar. Sin embargo, se debe evitar la aspirina en niños y adolescentes, ya que su uso se ha asociado con el síndrome de Reye.

Además de la vacunación, es fundamental fomentar buenas prácticas de higiene, como el lavado frecuente de manos y evitar el contacto cercano con personas enfermas. Estas medidas ayudan a reducir la propagación de la rubéola y protegen a aquellos que no pueden ser vacunados, como los bebés muy pequeños o personas con sistemas inmunitarios comprometidos.

Para finalizar, es necesario recordar que en caso de presentar alguno de los síntomas mencionados es aconsejable consultar con un profesional de la salud. La detección temprana es clave para un tratamiento eficaz y para prevenir complicaciones.

Temas relacionados
Más noticias de Salud