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Las enfermedades no transmisibles causan 41 millones de muertes al año que equivalen al 71% de los decesos que se producen en todo el planeta, según datos compartidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por ese motivo, conoce qué es la linfadenitis mesentérica, cuáles son sus síntomas, cómo reducir los factores de riesgo y cuáles son los mejores terapias disponibles.

¿Qué es la linfadenitis mesentérica?
Según explica el portal sobre salud Mayo Clinic, la linfadenitis mesentérica es una inflamación de los ganglios linfáticos en el abdomen, que puede causar dolor y malestar. Según información compartida por Mayo Clinic, esta condición es más común en niños y puede ser provocada por infecciones virales o bacterianas.
Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, fiebre y náuseas. Aunque generalmente se resuelve por sí sola, es importante consultar a un médico para descartar otras afecciones más graves.
¿Cuáles son los síntomas de la linfadenitis mesentérica?
Los posibles signos y síntomas de la linfadenitis mesentérica incluyen:
- Dolor abdominal, a menudo centrado en la parte inferior derecha, pero el dolor puede ser más generalizado
- Sensibilidad abdominal general
- Fiebre
- Agrandamiento de los ganglios linfáticos mesentéricos
Según de lo que esté causando la enfermedad, los signos y síntomas también podrían incluir:
- Diarrea
- Náuseas y vómitos
Cuándo debes consultar con un médico
El dolor abdominal es común en niños y adolescentes y puede ser difícil saber cuándo requiere atención médica.
Llama al médico de inmediato si tu hijo tiene episodios de:
- Dolor abdominal intenso y repentino
- Dolor abdominal con fiebre
- Dolor abdominal con diarrea o vómitos
Además, llama al médico si tu hijo tiene episodios de los siguientes signos y síntomas que no mejoran en poco tiempo:
- Dolor abdominal con un cambio en los hábitos intestinales
- Dolor abdominal con pérdida de apetito
- Dolor abdominal que interfiere en el sueño
¿Cómo saber si una persona tiene linfadenitis mesentérica?
El diagnóstico de linfadenitis mesentérica comienza con una evaluación clínica, donde el médico revisa la historia médica del paciente y realiza un examen físico. Esto permite identificar síntomas y signos que puedan indicar la presencia de la afección.
Además, se pueden llevar a cabo pruebas complementarias como análisis de sangre, que ayudan a detectar infecciones y estudios de diagnóstico por imágenes, siendo la ecografía abdominal la más comúnmente utilizada, junto con la tomografía computarizada si es necesario.

¿Cómo tratar la linfadenitis mesentérica?
La linfadenitis mesentérica leve y viral generalmente se resuelve por sí sola, aunque la recuperación puede tardar varias semanas. Es importante monitorear los síntomas y permitir que el cuerpo se recupere naturalmente en estos casos.
Para aliviar la fiebre y el dolor, se pueden administrar medicamentos de venta libre como paracetamol o ibuprofeno, que son opciones seguras para bebés y niños. Es fundamental evitar la aspirina en estos casos, especialmente en niños que se recuperan de varicela o síntomas gripales.
En situaciones donde la linfadenitis mesentérica es causada por una infección bacteriana de moderada a grave, se pueden recetar antibióticos. Es esencial seguir las indicaciones del médico para asegurar una recuperación adecuada.











