¿Es posible tener sexo en el espacio? Esto dice la NASA
La NASA reveló si es posible mantener relaciones sexuales en el espacio y explicó los motivos.
La idea de mantener relaciones sexuales en el espacio suena intrigante, pero en la práctica sería bastante complicado llevarlo a cabo. No lo decimos nosotros, lo dice la NASA.
Múltiples factores fisiológicos y ambientales que afectan el cuerpo humano en microgravedad. Aquí exploramos las principales razones por las que la actividad sexual en el espacio sería extremadamente difícil, si no imposible.
NASA: ¿Se puede tener sexo en el espacio?
La gravedad como factor clave
El cuerpo humano necesita de la gravedad para que la sangre fluya hacia los genitales, lo que permite la excitación sexual. En los hombres, esto resulta en una erección, mientras que en las mujeres, el clítoris se hincha y se produce lubricación.
Sin embargo, en el espacio, la ausencia de gravedad impide que la sangre circule correctamente hacia la parte inferior del cuerpo. Según un informe de la NASA, la falta de gravedad provoca que la sangre se acumule en el tórax y la cabeza, causando rostros hinchados y venas abultadas en el cuello.
Esto significa que los órganos sexuales no responden de la misma manera, haciendo que la excitación sexual sea casi imposible.
Se reduce tu deseo sexual
La testosterona, la hormona responsable de mantener un deseo sexual elevado, disminuye significativamente durante los vuelos espaciales, según investigaciones de la NASA.
Esta reducción en los niveles hormonales afecta directamente la libido de los astronautas, disminuyendo sus ganas de tener sexo en el espacio.
Además, la oxitocina, conocida como la "hormona del amor", también se ve afectada, reduciendo la atracción sexual y el enamoramiento, lo que contribuye a una falta de deseo durante las misiones espaciales.
Fatiga extrema
La microgravedad provoca una pérdida de masa muscular, resistencia y un deterioro cardiovascular, ya que el cuerpo no necesita hacer esfuerzo para moverse.
Esta condición física debilitada haría que el acto sexual, que ya requiere de energía, se vuelva aún más agotador en el espacio. Los astronautas, debido a la falta de fuerza y resistencia, podrían fatigarse rápidamente, lo que haría imposible mantener relaciones sexuales.
Sudor y otros fluidos
El sudor, que normalmente gotea del cuerpo, se queda adherido a la piel en el espacio, formando capas gruesas debido a la microgravedad. Esto crea un ambiente incómodo y pegajoso durante cualquier actividad física, incluyendo el sexo.
Además, otros fluidos corporales como el semen o la lubricación femenina, podrían comportarse de manera impredecible, flotando en el ambiente y creando situaciones incómodas y poco higiénicas.
Las condiciones del espacio hacen que la posibilidad de tener relaciones sexuales sea extremadamente difícil, por no decir imposible. Desde la falta de gravedad que impide la excitación, hasta la disminución del deseo sexual y la incomodidad física, el sexo en el espacio enfrenta una serie de desafíos que lo convierten en un sueño inalcanzable para los astronautas.
Estos factores no solo complican el acto en sí, sino que también pueden afectar la salud y bienestar de los involucrados, lo que lo convierte en un tema complejo y delicado en el ámbito de la exploración espacial.