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Las patologías no transmisibles son la causa principal de muerte a nivel mundial, representando el 71% de los decesos anuales, según los datos compartidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para reducir las probabilidades de desarrollar alguno de estos padecimientos, los especialistas recomendaron reducir los posibles factores de riesgo. Por ese motivo, es necesario conocer qué es la diabetes tipo 1, cuáles son los síntomas y cuáles son las terapias posibles.

¿Qué es la diabetes tipo 1?
Según explica el portal sobre salud Mayo Clinic, la diabetes tipo 1 es una enfermedad crónica que se caracteriza por la incapacidad del páncreas para producir insulina, una hormona esencial para regular los niveles de glucosa en la sangre. Esta condición suele diagnosticarse en niños y jóvenes, aunque puede aparecer a cualquier edad.
Los síntomas de la diabetes tipo 1 incluyen sed excesiva, aumento de la frecuencia urinaria, fatiga y pérdida de peso inexplicada. El tratamiento implica la administración diaria de insulina y un monitoreo constante de los niveles de glucosa para evitar complicaciones a largo plazo.
¿Cuáles son los síntomas de la diabetes tipo 1?
Los síntomas de la diabetes tipo 1 pueden aparecer de forma repentina e incluyen:
- Tener más sed de lo habitual
- Orinar demasiado
- En el caso de los niños, mojar la cama de noche cuando nunca les sucedió antes
- Tener mucha hambre
- Bajar de peso sin intención
- Sentirse irritable o tener cambios en el estado de ánimo
- Sentirse cansado y débil
- Tener visión borrosa.
¿Cómo saber si una persona tiene diabetes tipo 1?
El diagnóstico de diabetes tipo 1 se realiza a través de varias pruebas de sangre. La prueba de hemoglobina glucosilada A1c mide el nivel promedio de glucosa en sangre durante los últimos 2 a 3 meses. Un resultado de 6,5 % o más en dos pruebas distintas indica diabetes. Si esta prueba no es viable, se pueden utilizar un examen aleatorio de glucosa sanguínea o un examen de glucemia en ayunas para confirmar el diagnóstico.
Además, si se diagnostica diabetes, se pueden realizar análisis adicionales para detectar anticuerpos específicos que ayudan a diferenciar entre diabetes tipo 1 y tipo 2. La presencia de cetonas en la orina también sugiere diabetes tipo 1. Estas pruebas son fundamentales para establecer un tratamiento adecuado y monitorear la salud del paciente a lo largo del tiempo.
¿Cómo prevenir y tratar la diabetes tipo 1?
El tratamiento de la diabetes tipo 1 incluye la administración de insulina, el conteo de carbohidratos y el control frecuente de la glucosa sanguínea. Es fundamental consumir alimentos saludables y realizar ejercicio regularmente para mantener un peso adecuado. El objetivo es mantener los niveles de glucosa sanguínea lo más cerca posible de lo normal, evitando así complicaciones a largo plazo.
Las personas con diabetes tipo 1 deben recibir insulina de por vida, utilizando diferentes tipos según sus necesidades. Las inyecciones pueden ser de acción corta, rápida, intermedia o prolongada y es posible que se necesiten varias inyecciones diarias para un control óptimo. También se pueden usar bombas de insulina para administrar el medicamento de manera continua.
El control de la glucosa en sangre es esencial y se recomienda medirla al menos cuatro veces al día. La Asociación Americana de la Diabetes sugiere realizar estas mediciones antes de las comidas, al dormir y antes de hacer ejercicio. Un monitoreo constante ayuda a prevenir episodios de hipoglucemia y a mantener los niveles de glucosa dentro del rango objetivo.
Diabetes tipo 1: posibles factores de riesgo
Los factores de riesgo para la diabetes tipo 1 incluyen antecedentes familiares, predisposición genética, ubicación geográfica y edad, siendo más común en niños de 4 a 7 años y de 10 a 14 años.













