

Un equipo de científicos detectó sulfuro de dimetilo (DMS), un gas vinculado exclusivamente a formas de vida en la Tierra, en la atmósfera del exoplaneta K2-18b, utilizando datos del Telescopio Espacial James Webb.
El hallazgo, publicado el 16 de abril en Astrophysical Journal Letters y liderado por el astrofísico Nikku Madhusudhan de la Universidad de Cambridge, fue promocionado como el "indicio más sólido hasta la fecha de actividad biológica fuera del sistema solar". Es decir, que podría estar relacionado con vida extraterrestre.
Un estudio científico revela todos los descubrimientos que podrían explicar vida extraterrestre
En la Tierra, el DMS es producido principalmente por fitoplancton. Su presencia en un exoplaneta -especialmente uno en zona habitable como K2-18b- podría representar una biofirma: una señal indirecta de vida. Sin embargo, la comunidad científica se muestra dividida ante la evidencia. El hallazgo alcanza una significancia estadística de "tres sigma", por debajo del umbral convencional para descubrimientos concluyentes.
Aunque algunos medios lo han presentado como señal de vida, varios expertos, como Joshua Krissansen-Totton (Universidad de Washington), han expresado escepticismo sobre el hallazgo. Otros, como Clara Sousa-Silva del Bard College, lo comparan con la controvertida detección de fosfina en Venus en 2020, que finalmente no pudo confirmarse como indicio de vida.

Los datos utilizados para detectar el DMS también sugieren que K2-18b es un mundo "Hyceano": un tipo de planeta hipotético con océanos templados bajo una atmósfera rica en hidrógeno. Según Madhusudhan, este escenario es el que mejor explica las observaciones. Sin embargo, el análisis aún no cumple con los estándares más rigurosos de la astronomía.
El estudio también reconoce que el gas detectado podría no ser DMS, sino una molécula similar como el disulfuro de dimetilo (DMDS), lo que complica la interpretación. Algunos investigadores cuestionan incluso la validez estadística del análisis, considerándolo prematuro.
¿Por qué los expertos hablan de una zona no habitable?
A pesar de encontrarse en la zona habitable, K2-18b no es un análogo terrestre. Tiene una masa y un tamaño muy superiores a los de nuestro planeta, y podría ser una bola de gas sin superficie o incluso contener un océano de magma, según estudios recientes.

Incluso si fuera un planeta con condiciones similares a las de la Tierra, la producción de DMS por vida extraterrestre no es concluyente. Como han señalado expertos como Harrison Smith (Japón) y Cole Mathis (EE. UU.), el gas también puede generarse por procesos no biológicos. De hecho, ha sido detectado en cometas y en el espacio interestelar.














